lunes, 11 de mayo de 2015

Mi profesora mi enamorada / Parte 21

Me sabía de memoria el horario de Fernanda en la universidad, deseaba verla, pero ya creía lo había aceptado y era mejor para mi y para ella no encontrarnos, por lo que en los horarios que ella andaba por la u yo trataba de estar lo más lejos posible. 
Pasaron dos semana y volví a salir, esta vez con un amigo, con mi mejor amigo de infancia, Cristobal.
Con este mejor amigo de infancia hay una larga historia, lo conocí cuando tenía 11 años en el colegio, vivíamos a diez minutos de distancia en auto y éramos tal para cual. Cuando chica siempre que subía a un bus miraba a las niñas mayores y me imaginaba yo como ellas cuando creciera, siempre era lo mismo, no podía parar de mirarlas, era adictivo... ahora entiendo que era porque me gustaban, pero no lo supe ni acepte hasta que me enamore de la Caro, antes de eso
‘me gustaban los niños’ entre esos, mi mejor amigo. Estuve ‘enamorada’ de el hasta como los catorce, de hecho aún me pregunto que hubiese pasado. El me pidió pololeo cuando iba en segundo medio y yo acepte, pero nunca le di un beso, solo acepte darle la mano, obvio, terminó conmigo, yo era muy aburrida al parecer. Luego seguimos siendo amigos y el me contó que se iba a un seminario religioso, eso me calmaba, significaba que no era tan aburrida entonces, entró cuando yo iba en mi primer año de universidad. 
Mientras estaba dentro comenzó a enviarme mensajes todos los días por Facebook, decía que no estaba permitido, pero que yo era su amiga, en septiembre de ese año se me declaro de nuevo, pero por mensaje, estábamos a kilómetros de distancia. Me dijo algo así como: 'A Dios lo quiero pero a ti te amo'
Demasiado cursi para mi gusto. Yo acepto que soy romántica, pero era extraño con el, ya que estaba en un seminario. Por lo que yo respondí: 'Yo también te quiero, y siento que hay un tema pendiente entre nosotros, creo que aun me gustas'
Realmente estaba muy confundida. Quería creer que me gustaban también los hombres, pero gran error. Por lo que luego el tema quedo volando en el espacio, cuando lo vi en el verano de ese año no me dijo nada al respecto, me cargan las personas cobardes, en mi casa solo habló de religión y supuse que ya no estaba confundido. 
Error. Al año siguiente se fue del seminario. Y se vino a trabajar a una ciudad cerca de mi universidad. Por lo que decidí invitarlo a salir.
-Tanto tiempo Cris!
-lo mismo digo, estas hermosa
-uh, gracias, para que tanto piropo, recuerda que solo somos amigos, no servimos para ser algo mas
-es verdad- dijo entre risas
-¿cierto? si quieres pololear conmigo solo tendrás mi mano
-oh que gran oferta 
Fuimos a un bar cercano, el nunca bebe, pero esa noche tomo algo para acompañarme, para variar se estaba haciendo común que terminara ebria. Nuevamente estaba en otro espacio, esta vez fuimos a bailar a una disco común, el jamás en la vida se imaginaria de mi lesbianismo, es mejor así.
-que entretenida esta disco - me dijo al oído mientras bailábamos
-si muy buena, me encanta la música, pero he estado en mejores
-¿si?
-si
-¿en cuales?
-por ahí nomás, secreto
-ah que misteriosa- mientras me tomaba la cintura
-¿que haces?
-bailo ¿y tu?
-también, pero que haces poniendo tus manos en mi cintura
-¿no puedo?
-ehm...puedes, pero no te pases de línea - entre risas le dije
-para nada, como se te ocurre
Cada vez estaba mas cerca y pegado a mi. Que importaba, es un amigo y se estaba disfrutando la noche.
-¿oye?
-si dime
-te acuerdas de lo que te dije hace un tiempo por Facebook
-¿que cosa? ¿que tenía que ir a misa?
-ja ja que graciosa
-ahhh si, si recuerdo, que la religión protestante tenía no se que creencias
-no, para de molestar 
-uy que sensible andamos
-no es de sensible- no podía parar de reír
-¿que entonces?
-eso de que me gustas
-creía que eso estaba claro
-al parecer no- no escuchaba bien lo que decía
-¿que?
-que me gustas mucho
Y mientras dijo eso me agarro y besó por primera vez, me asusté, pero no me resistí. Sentía que era una deuda de la infancia que teníamos pendiente y que luego de eso ya no habrían más problemas de amores entre nosotros. Ademas no besaba tan mal. Me compró más copas, realmente las necesitaba, estaba muy bueno el copete. 
Esta vez ya no me sentía bien, estaba muy mareada, no podía mantener mi equilibrio, tenía los ojos como chino y quería vomitar, a pesar de eso seguía bebiendo.
Hice el loco, empece a hacer un show más o menos freak y Cristobal ya estaba tomando impulso con sus manos y su boca.
-¡HEY! para
-por qué si estamos bien
No podía ni siquiera alegarle, no tenía argumentos, se me habían olvidado las palabras, realmente estaba en otra dimensión y me sentía fatal.
Cristobal había comenzado a tomar mis pechos y trasero, me daba muchos besos y ya no quería más.
-¡Ya! ¡sueltame! ¡para! voy a vomitar
No paraba, estaba un poco ebrio y nunca habíamos tenido estos contactos
-¡te estoy diciendo que pares!
No me dejaba, me toco todo lo que quiso, nunca me había sentido tan manoseada, pero no tenía fuerzas para correrlo hacia un lado, tenia los ojos cerrados y estábamos sentados en un sillón de la disco, comencé a mover las manos tratando de sacarlo, era imposible, hasta que sentí que alguien lo hizo por mi.
-que te pasa, imbécil, déjala 
-que te pasa a ti, no te metas, nadie esta hablando contigo
-yo estoy hablando contigo y déjala si no quieres que llame a los guardias
-metete en tus asuntos
-estos son mis asuntos, desaparece
Aun con los ojos cerrados sentada en el sillón alguien más se sentó al lado mío.
-¿estas bien?
-… - estaba muy muerta como para seguir al ritmo la conversación
-¿estas bien? abre los ojos - me movía para despertar
Hice un gran esfuerzo y después de unos minutos abrí los ojos, ¿quien era?, Fernanda.
-¿qué haces acá? ¿que quieres? ¿donde esta mi amigo?
-te acabo de salvar, que haces en este estado, ¿estas loca ? pones tu vida en peligro
-bla bla bla bla TU me mataste, y ¿donde esta mi amigo?
-eso no era un amigo, se estaba aprovechando de ti
-nada que ver, estábamos pasándolo bien
-te llevare a tu departamento
-¿que te pasa? ¡sale de aquí! no quiero saber de ti, tu me dejaste tirada, arruinada y ¿ahora quieres hacerte la heroína? - trate de empujarla, solo esfuerzos en vano.
-no es el momento para hablar de eso, tengo que llevarte a tu departamento
-por favor deja de hacer como que me estimas, si quieres que te de las gracias te las doy: GRACIAS, gracias Fernanda, gracias por mirarme cuando me derrumbo y por hacer nada al respecto, ah no si hiciste algo, me hiciste saber que habíamos terminado, gracias por eso, gracias por no responder mis preguntas, mis mensajes, mis llamadas, gracias por preocuparte por mi. De verdad, muchas gracias Fer, perdón profe Fernanda, gracias por hacerme caer en mis antiguas obsesiones, ¿que?, ¿no sabe cuales son? bueno esta es una de las muchas que tenía, gracias por quedarte con mi vida, gracias por dejarme, me hiciste un enorme favor…
-no me hagas esto
-no me hagas esto, por favor, no me hagas esto otro, siempre pensando en ti, en lo que tu sientes, esto va a ser para mejor, si claro, siempre las mismas palabras, por favor cambia el repertorio
-ando con una compañera de trabajo y la deje afuera esperándome, le dije que tenía que ir al baño antes de irnos
-ándate, no me des explicaciones, así como tu no me necesitas yo tampoco, deja de hacer show o nos van a pillar- le susurre- déjame quiero a mi amigo, ¿cris? ¿criiis?
-tu amigo se fue
-pff que se va a ir, tiene que dormir en mi depa, ¡lo espantaste!
-me tienes aburrida, eres una inmadura sin conciencia, no quiero hablar lo que siento ahora porque de seguro no recordaras nada mañana, no te muevas de acá voy y vuelvo
-cállate
-como si pudieras pararte
Lo que me faltaba ambas en la misma disco, salvándome, porque claro que me salvó, y quería llevarme de vuelta al departamento. A los minutos volvió.
-ya, afírmate de mi
-ni en tus sueños te vuelvo a tocar
-deja de hacer espectáculo y vamos
-te dije que no déjame 
-sabes que tengo más fuerza que tu no hagas que te lleve a la fuerza
-soy mayor de edad, déjame, yo se lo que es bueno y lo que es malo, tu, si tu, mírame a los ojos, tu eres lo malo
-claro y quedarte acá es lo bueno, quizás tu no hagas nada malo, pero otras personas si se van a aprovechar de ti, no puedes ni sostenerte
-verdad que tu lo sabes todo
-ook, no mas show
Realmente tenía más fuerza, estaba bien ejercitada, tomo de mi brazo izquierdo y lo puso en su cuello y con su mano derecha se aferró a mi cintura y me empujo. Ya fuera del local me dijo:
-a unas cuadras tengo el auto
-¿desde cuando que tienes auto?
-no es mio
-de quien es 
-de una amiga
-no me pienso subir al auto de tu novio, ¿volviste con el cierto?
-deja de hablar tonteras
Estaba muy ebria, demasiado para poder seguir sin…
-quiero vomitar
-¿que? ¡no! aguanta 
-no puedo
Y bueno, vomite todo lo que podía llegar a vomitar atrás de un árbol, hasta una zapatilla de Fernanda, eso...fue a propósito. 
-gracias por eso
-de nada - le respondí - déjame aquí, estoy bien, no pienso subir al auto
-pero si no es de el novio imaginario que dices que tengo
-claro
-por favor no empieces de nuevo sabes que te puedo echar a la fuerza dentro
-ya hablando en serio - no creo que nadie me pudiese tomar en serio con mi voz de ebria - puedo caminar bien, tomo un colectivo y llego al departamento, ¿contenta? ya arruinaste mi noche, ¿contenta?
-Me solté de ella y camine sola, claro, me saque la mierda. No sé de donde salió esa vereda. La había cagado, me torcí el tobillo, el que siempre se me sale cuando me caigo.
-¡mierda!
-¡que haces! ¿estas bien?
-si
-¿y porque lloras?
-no se, los ebrios lloran, aléjate me haces daño
-no te dejare sola tranquila - que palabras más dulces me dijo antes de abrazarme, me sentía protegida, no podía acostumbrarme a sus abrazos nuevamente.
-estoy bien - dije mientras me paraba y cojeaba 
-mentira, dime que no
-no
-¿es el derecho?
A lo que no supe responder, no sabía cual era mi derecha, no podía dejar de llorar, me sentía horrible, como llegue a estar así.
-vamos
-¿donde?
-no te preocupes

5 comentarios: