sábado, 2 de mayo de 2015

Mi profesora mi enamorada / Parte 16

En silencio comencé sacando su chaqueta, mientras mi mirada, junto a una sonrisa insinuante, le decían lo que quería, ella no se quedo atrás, ¡para nada!, me ayudo a sacar lo que estorbaba, hasta que poco a poco cayo toda nuestra ropa. Fernanda tampoco había estado con una mujer, se nos notaba nuestro nerviosismo, mis manos tiritaban, pero al sentir su piel cálida una calma inexplicable amortiguo todos mis nervios. Su cuerpo me llamaba a gritos y yo corría a su llamado. Intuitivamente nos fuimos guiando a la experiencia más hermosa que pudimos vivir. 
Sus nervios iban disminuyendo mientras tocaba su cuerpo, lo podía sentir, mis sentidos se agudizaban
con cada segundo que pasaba, me guiaban al éxtasis. Su aroma nunca me había parecido tan puro, hacía un gran conjunto con su silueta perfecta, cada curva que tocaba me parecía extraordinaria, sus pechos, su cintura, su cuello, sus cadera, sus muslos, su espalda; todo parecía irreal, sacado de otro planeta. 
Ahí estábamos; desnudas en nuestra cama, moviéndonos por una mezcla de emociones, incapaces de decir palabra alguna, sintiendo cada centímetro de nuestra piel, mirándonos cada vez que podíamos, apreciando con nuestros ojos lo que teníamos en frente, abrazadas, besándonos sin pensar en que diría la sociedad, viviendo nuestro amor, entregándonos una a la otra. 
Sus manos me hablaban, estábamos unidas, ella en mí y yo en ella, en otra dimensión, flotando; mi piel a punto de explotar sudando temblaba al igual que la de ella. Era el fin de un comienzo, exhaustas nos besamos nuevamente, sabiendo que no sería la última vez de esa hermosa experiencia de amor. Sus palabras al oído me sacaban una gran sonrisa, dijo algo que no olvidaré jamás 'espero que esto dure para siempre'.
Yo también lo esperaba, para siempre, ver todas las mañanas su cara al despertar, no existe cosa mejor en la vida.

Pasaban los meses y mi vida era realmente perfecta, tenía absolutamente todo lo que necesitaba, la vida me sonreía, sentía que había sido la mejor decisión de mi vida. Fernanda había resultado ser la mejor compañera y amante. Cada día a su lado tenía un sabor distinto, ni en un millón de años me hubiese aburrido de nuestros silencios, los regaloneos, salidas a bailar y en especial de nuestras conversaciones.
Pero el destino nos tenía preparada una mala pasada, el sólo recordarlo me destroza… estábamos a fines de noviembre, fue un día completamente normal y agotador de clases, feliz de que volvería a mi lugar seguro junto a Fer, pero al entrar al departamento ella me estaba esperando sentada con una taza de café en sus manos.
-Tenemos que hablar
-wouh eso me asusta, es tan común que luego de un ‘tenemos que hablar’ venga algo malo, dame un beso mejor! saludame, estoy cansada
-es serio Emi - me decía mientras saludaba
-tranquila, estoy contigo, ¿que pasa?
-es sobre nosotras
-ok… por favor no más preámbulos y dime, me asustas
-en la universidad supieron de lo nuestro
-¡que!
-eso

2 comentarios:

  1. me gusta demasiado esta historia, y me dejas con mucha intriga con lo que va a pasar, te felicito porque los capítulos te están quedando hermosos y dan ganas de seguir leyendo mas, es una lastima que este por terminar (o eso creo) , espero que sigas escribiendo mucho mas , un beso grande! :)

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. es tormentoso lo que viene ! pero aún queda historia (: saludos!!!

      Borrar