martes, 26 de abril de 2016

Perdiendo la cabeza #22

Los días corrieron fugaces hasta el fin de mis vacaciones, la vitalidad de Valentina me sorprendía, viajamos por varias ciudades, horas en aviones o buses, luego hacía sus conciertos y en la noche seguía teniendo tiempo para nosotras.
Despedirme y volver al centro no iba a ser fácil luego de pasar este mes juntas, pero no puedo negar que extraño mis labores al mismo tiempo. Claudia me escribía a diario sobre los problemas o actividades que se realizan en el trabajo, a veces necesitaba algún consejo, otras sólo para tranquilizar mis ideas de que prácticamente el centro explotaría. Después