Ya era tiempo de volver al sur, Rem estaba muy emocionada de pasar vacaciones juntas, libres frente a nuestras familias, sin universidad. Aún así no podía dejar de pensar en Fernanda, me dolía pensar lo que estaba pasando, pero Fer se había preocupado de todos los detalles de mis pensamientos… Jota me enviaba mensajes diciendo que el la cuidaba y que estaría bien. En su dolor no quería que yo volviera a sufrir.
Con millones de sentimientos volvimos a nuestras casas, se sentía estupendo ser yo misma frente al mundo, mucha gente nos miraba extraño en la calle cuando pasábamos de la mano y Rem provocaba más miradas al besarme. A veces moría de miedo por