Mi profesora mi enamorada / Parte 33

Ya era tiempo de volver al sur, Rem estaba muy emocionada de pasar vacaciones juntas, libres frente a nuestras familias, sin universidad. Aún así no podía dejar de pensar en Fernanda, me dolía pensar lo que estaba pasando, pero Fer se había preocupado de todos los detalles de mis pensamientos… Jota me enviaba mensajes diciendo que el la cuidaba y que estaría bien. En su dolor no quería que yo volviera a sufrir.

Con millones de sentimientos volvimos a nuestras casas, se sentía estupendo ser yo misma frente al mundo, mucha gente nos miraba extraño en la calle cuando pasábamos de la mano y Rem provocaba más miradas al besarme. A veces moría de miedo por
la homofobia que es muy potente en Chile, pero la mayor parte del tiempo reía. Mi vida era distinta, no por eso mejor ni peor.

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Mientras Rem conducía hacia la playa, las canciones de la radio me hacia pensar en como lo estaba pasando Fernanda, debía superarlo, debía volver a ser yo… pero es difícil cuando sabes que una persona que lo fue todo esta sufriendo, y no haces nada para remediarlo, pero ¿qué podría hacer?.

La playa y la arena junto a Rem me volvía a dar aire para respirar y no pensar ayuda a continuar… Rem demostraba su amor con actos y yo lo sentía, su piel suave con olor a almendra cada vez me provocaba más adicción. En las mañanas ver su vitalidad, su energía que jamás se detenía me provocaba una sonrisa cada que la veía preparándose para salir a correr a la arena, era mucho más de lo que esperaba.
El verano no es mi estación favorita del año, pero la escena que tenía en frente simplemente era perfecta. Playa, arena, cabaña, poca gente, libertad y amor. Comprobé que hay mil facetas del amor, muchas no las viví con Fernanda y las estoy viviendo ahora con Rem, estoy segura que quedan muchas más por descubrir…

-¿puedo preguntarte algo?- me dijo Rem mientras estábamos tiradas en la arena

-por supuesto

-¿qué pasó en tu relación anterior que te hizo tanto daño? 

Su pregunta me dejo en blanco por unos momentos

-¿por qué lo dices?

-porque me gustas mucho… y… y siento que tienes miedo a entregarte por completo

-si, es verdad eso del miedo, al principio de lo nuestro tenía mucho más miedo, pero tu querida, eres muy especial y de a poco me haz ido quitando esos temores

-pero no todos

-de a poco se avanza

-tu sabes que te quiero mucho ¿cierto?

-si lo sé, y yo también siento lo mismo por ti

-y… yo te quiero en el presente, no me importa tu pasado, pero si me da rabia que te hayan hecho sufrir

-no tengas rabia, lo importante es que ahora no estoy sufriendo

-créeme que sólo disfrutarás a mi lado

-demuéstralo

-ok, esta noche tendrás la mejor cena romántica de tu vida y luego nos veremos las caras en la habitación

-estoy expectante 

-yo que tu me preparo

Cada día con Rem era una locura de juventud y experiencia, ella sólo vivía el día a día y me llevaba a su lado para vivirlo con ella. El brillo de sus ojos es siempre distinto pero con la misma intensidad. Simplemente estaba entre la espada y la pared, recordando a Fernanda, tratando de no sentir culpa y pena… mientras Rem me conquistaba con cada minuto que pasábamos juntas. 

Navidad y año nuevo, son nuestras fiestas favoritas, Rem ama los fuegos artificiales, la champaña… y yo, los regalos y el espíritu navideño. Navidad la pasamos junto a nuestras respectivas familias, pero año nuevo nos fuimos cómo adultas maduras, que no somos, a una fiesta de gala en la playa frente al lanzamiento de fuegos artificiales. 

-te ves hermosa - le dije con baba en mi boca

-tu también Emi, con y sin vestido

No podía negar que tengo bastante suerte en el amor, amo a las mujeres, pero Rem era muy muy muy ultra linda, sus ojos color avellana, piernas firmes y largas, con cuerpo ejercitado, con cejas bien definidas y cabello café oscuro extremadamente liso, mas un vestido a la medida era una combinación de Dioses. Bebimos, bailamos e hicimos el amor, quizás también algo de sexo en medio, todo esto luego de una noche cargada de emociones al dejar un año atrás y comenzar uno nuevo lleno de metas, sueños, amor y ambiciones.

-¿que haces? - pregunte calmada 

-estoy entrando a la ducha- respondió con voz insinuante 

-ya… pero yo la estoy ocupando

-es para ahorrar agua y ayudar al planeta

-no me convences…

-es para ayudarte mi amor 

-hm ahí me gusta más, un poco de ayuda con la espuma no iría nada de mal

Sus senos pequeños y firmes chocaban con los míos mientras el agua golpeaba nuestros cuerpos, inevitable pensar que a pesar de todos los cánones establecidos éramos así, ¿así cómo? ¿homosexuales?, no, así de libres. Capaces de ser felices a pesar de todo lo mal que nos ha tratado la historia por nuestras preferencias, capaces de romper lo que nos trataron de grabar en el cerebro de que era normal y correcto. Pero se olvidaron que la palabra normal es muy subjetiva y ya esta sobrevalorada. 

Probablemente por la cabeza de Rem no pasaron pensamientos tan profundos, pero ella sin saber estaba cambiando mi forma de ver el mundo, estaba guiándome a ser yo, a no estar escondida, no tener miedo, a confirmar en carne propia que mi vida era hermosa, con altos y bajos, que lo normal varía en cada mente y dependiendo de esa variación podíamos ser diferentes todo lo que quisiéramos, porque éramos libres de vivir nuestra vida sin necesidad de que alguien nos contara como se sentía cada experiencia, darnos cuenta de algo tan simple y esencial: que la felicidad está en nuestras manos.

Inesperadamente luego de las fiestas de fin de año se me ofreció un trabajo para realizar una tentadora práctica en la universidad, encantada dije que si a esta gran oportunidad, a pesar que por eso tendría algunos problemitas con Rem.

-¿y te vas de nuevo? no era que íbamos a pasar vacaciones juntas

-ya, pero es una buena oportunidad, además es algo que tengo que hacer tarde o temprano

-y yo…

-tu… puedes venir conmigo, allá hay más playas que acá y no creo que trabaje todo el día ni los fines de semana

-no sé

-para mi tampoco es muy entretenido trabajar en verano linda

-pero ¿no lo puedes dejar para el otro?

-creo que no

-¡que lata! tenía muchos panoramas en mi mente

-yo también…

-bueno, será, voy a hablar con mis papás para ver cuando me puedo ir, tu sabes que igual quieren pasar tiempo conmigo…

-por supuesto

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Volví la segunda semana de Enero a la universidad, pero esta vez a trabajar. Rem podría acompañarme en Febrero y veranear el tiempo que pudiéramos hasta entrar a clases. Y yo que pensaba que en Febrero cuando cerraban la universidad no quedaba nadie dentro…

Verano, con vista al mar, sin poder ir a este en los días hermosos que pasaban ante mis ojos. Llegó la encargada y me integró al grupo de evaluación y elaboración de proyectos de innovación internacional, en pocas palabras, hacer algo nuevo fuera del país. Cómo yo aún no soy profesional, debía evaluar si eran rentables o no los proyectos junto a alguien más y al mismo tiempo aprender a hacerlos para adquirir experiencia en el tema. 

Se me pagaba bien, con almuerzo y sin uniforme, esto ultimo lo agradecí enormemente ya que no sirvo para vestirme formal, menos en verano y con calor. 

-Emilia, que bueno que pudiste tomar el trabajo, aprenderás mucho haciendo esta práctica y te aseguro te divertirás, somos simpáticos, pero trabajadores -me dijo la jefa

-gracias a usted por llamarme

-si, es que vimos tu resumen académico y tienes buen avance y habilidades para el tema, ven te muestro las oficinas… la universidad ya la conoces, pero aquí tenemos varias oficinas, tu trabajaras entre la de creación de proyectos, que es dar ideas en tu caso, porque aún no sabes como elaborar uno, lo sabrás en un par de semanas… y en la oficina de evaluación de estos proyectos, que es algo que ya viste el semestre anterior ¿cierto?

-si, por supuesto

-no trabajaras sola y cualquier duda puedes hacerla en confianza, ¡ah mira! aquí esta tu profesora de innovación, ella es muy importante en el área y estará trabajando en la creación de proyectos este año.

Mi cara y la de ella cambiaron al segundo de cruzar miradas, Fernanda se veía bien, más delgada de lo normal, pero saludable. ¿Que hacía trabajando en verano?. Al reaccionar se acerco para saludarme y mientras me daba un beso en la mejilla susurró:

-no tengo absolutamente nada que ver en esto