sábado, 9 de mayo de 2015

Mi profesora mi enamorada / Parte 20

Arruinada en el departamento, llorando, deprimida, ni siquiera me había saludado, lo mejor fue no darme vuelta a mirarla o la hubiese seguido.
Siento que estoy destinada a estar así, sola y amargada. Pero necesito torcerle la mano al destino, lo necesito. Estoy aburrida de ser siempre la víctima y no más, pude dar el primer paso, ¿por qué no voy a poder superarlo? quizás, simplemente, no era la indicada. Quizás no me amaba como yo a ella.
Cuesta enfrentar la verdad, pero no puedo seguir engañándome. 
En realidad ¿qué importa si me quiso o no? fue lindo mientras duró, lo disfruté... ya no voy a ser la misma, adiós a la niña buena, ahora solo voy a disfrutar mi vida.
Tomar decisiones y comenzar a vivirlas, dicen que cuando una mujer se corta el pelo es porque
quiere un cambio en su vida, yo lo quiero.
Me rapé... deje el pelo de no más de dos centímetros, como mi pelo es castaño claro se veía un casco blanco en una mitad y en la otra colgaba una larga cabellera. El corte de pelo me hacía ver más ruda y rebelde, mis ojos se veían verdes de lejos, ya no había pelo que los opacara. Recibí buenas criticas por mi decisión, no me importa si hubiesen sido malas, total yo me sentía feliz y satisfecha. La universidad iba aceptable a pesar de todo y yo sólo tenía diecinueve años a punto de entrar a los veinte.
El plan de ahora es salir a disfrutar. Comenzando por el mismo día viernes, si no salgo, luego volveré a ser la misma.
********
Fue un viernes de locos, invite a una conocida a ir a cantar karaoke, mezcle muchos tipos de tragos y como hace mucho tiempo no bebía: me embriague en las primeras copas.
Comenzamos en mi departamento bebiendo cerveza y escuchamos música, tiene los mismos intereses que yo. Quizás demasiadas cosas iguales. Estuvimos hasta las doce cantando hasta que llegaron los reclamos. Daba igual total debíamos salir.
-¿Qué quieres tomar?- le pregunte
-no sé, ¿qué quieres tu?
-tomare una piscola
-ok, tomare lo mismo
Comenzó la fiesta y para decirlo finamente se me calentó la boca, quería más tragos y más, me tome hasta el copete de mi acompañante, ella igual estaba bastante pasada de copas, de hecho había llegado al departamento ya con alcohol y drogas en la sangre, cantamos delante del público mientras cruzábamos miradas. Comencé sin querer a mirarla coquetamente, era el alcohol.
-Vamos a ‘Miss’
-¿Qué es?
-un local para bailar
-y ¿venden copete?
-pfff- riendo - obvio
-¡ya vamos!
Tomamos un colectivo y nos sentamos en la parte de atrás, sin estar muy consiente me apoye en su hombro mientras llegábamos a Miss.
-Bajate
-¿tan rapido?
-si, si no es tan lejos 
No había llevado carnet, pero no me lo pidieron. Tuve suerte. A penas di un paso dentro del local noté donde habíamos ido.
-Imbecil, me trajiste a una disco gay
Riendo nuevamente me dijo:
-pero si es un buen lugar para bailar, hay muy buena música
Ella no sabia que yo era lesbiana, nadie sabía, solo Fernanda… Fernanda ni siquiera estuvo en mi cabeza esa noche, por lo menos mientras estaba fuera de casa.
Para ser sincera estaba tan happy en ese momento que no me importo si fuera gay o no, la música estaba buena y yo quería otro vaso. 
-¿Tequila?- dije
-bueno
Compramos dos tequilas, los cuales bebí sola, ya que ella estaba tan pasada de copas que no podía abrir los ojos. Claramente yo estaba casi igual pero con la diferencia que aún tenía mucha energía. La deje un rato sentada mientras fui a dar una vuelta.
-hola - oí por mi izquierda, era una joven apuesta con un vaso en la mano- ¿quieres bailar?
-oh muchas gracias, pero ando acompañada
-yo te veo sola
-está esperándome en la barra
Con una seña de afirmación con su cabeza continuo bebiendo. Habían lesbianas, gays, heteros, trans, de todo, mucha diversidad y libertad. Nadie se metía en lo que hacías. Tenía muchas ganas de bailar, ya no abría bien mis ojos, no pensaba en nada mas que bailar, no pensaba ni en Fernanda, si en alguien me veía, nada era más importante que bailar, así que fui a buscar a mi compañera para mover el esqueleto.
-¡vamos! ¿cómo puedes estar sentada ? estamos en una disco
-estoy muerta
-así veo, pero resucita que quiero bailar
-pero…
-¡ya pues! me trajiste a una disco gay no pienso bailar con nadie más que tu
-ya bueno
Bailamos tres horas con dos descansos en medio. Flotaba, estaba borracha, con ojos cerrados, flotando al compás de la música, a ratos me acercaba para hablarle, en esos ratos comencé a pasar muy cerca de su cara a tal punto de casi chocar, hasta que paso lo que tenía que pasar, sí, le di besos, muchos, tantos que perdí la cuenta. 
Mi acompañante es lesbiana y tiene pareja, pero el alcohol pudo más, obvio, no fueron besos de amor, sólo fué el trago que nos hizo hacer cosas improbables en la realidad. Lo bueno es que no hablamos más del tema luego de esa noche, para ninguna fue importante.
Disfrute muchísimo, no sé porque no lo hacía seguido, pero nunca es tarde...

No hay comentarios.:

Publicar un comentario