domingo, 23 de agosto de 2015

Perdiendo la cabeza #9

 -¿a trotar? ¿es broma? mira la hora - balbucee mientras trataba de despertar
 -vamos Vale, ¡acostúmbrate a levantarte con el sol!
 -deja de ser tan yoga porfa
 -ya levántate- dijo riendo
 -mejor acuéstate tu
 -¡que buena oferta! pero tendríamos que tener sexo frenético por dos horas y luego no podrás caminar
 -ja no sabes mi resistencia… ash ¿ves? ya me despertaste… ¡hace frío!
 -entremos en calor, estoy lista, vamos a trotar a la laguna
 -que laguna, no hay laguna, ya te esta afectando
el encierro, se veía venir
 -¡si hay! está cerca del recinto

Súper cerca, un kilometro trotando hasta la famosa laguna, no puedo negar que es hermosa y relajante, pero eso no quita el trote extra.

 -ahora vamos a descansar mil horas y luego volemos ¿ya? - le dije recuperando el aliento
 -no
 -¿cómo  que no? 
 -no po -la mire con una ceja arqueada y continuó- ahora vamos a bañarnos
 -no
 -¿cómo que no?
 -no po - maldición Z deja de hacerme reír, pero por supuesto no me iba a meter a esa laguna, aunque se viera hermosa y cristalina, no tenía traje de baño y aunque tuviera
 -tienes que
 -¿por qué tengo que?
 -¡porque si! es necesario
 -puedes bañarte tu si quieres, no me importaría mirar algo de piel
 -hace cuanto que no ves ‘piel’
 -¿realmente quieres saberlo?
 -creo que si
 -hace poco, unas semanas antes de entrar aquí ¿y tu? supongo que un año
 -un poco menos
 -cuanto es un poco menos
 -como 8 meses
 -ósea haz vuelto a ser virgen
 -¡hey hey! las mujeres podemos estar mucho tiempo sin necesitar sexo
 -lo sé- dije riendo- sólo quería molestar
 -además fue mi decisión no tener sexo
 -claro, acá dentro hay tantas lesbianas
 -no mucho, por no decir que estamos en extinción, pero recuerda que yo salgo al bar
 -¡verdad! - quería preguntar porque había tomado esa decisión, pero sentía que era una pregunta estúpida, si no quieres, solo no quieres y listo, pero ella me contesto sin preguntarle
 -no quise porque al principio estaba con chicas en el bar, sabiendo que iba a ser algo del momento o una aventura, pero a pesar de eso siempre me hago ilusiones, ellas se olvidaban de mi, pero yo no de ellas, tampoco fueron muchas, lo que pasa es que soy muy emocional y al final del día terminaba teniendo sexo solo por diversión o por rabia, no era yo
 -entiendo, esta bien ser emocional, yo soy de la idea de disfrutar, tampoco libertinaje, pero depende las etapas de la vida en las que uno esta, tampoco me haré la santa por el hecho de ser mujer- no le quería decir que en realidad era la persona más emocional de la tierra, pero era una faceta que deje atrás luego de Maya, porque después de ella, nada a sido con amor, no puedo mentirme a mi misma.
 -créeme que no soy una santa- dijo
 -te creo
 -ya a bañarse
 -te dije que no
 -¡por qué!
 -quieres que me saque la ropa- aseguré
 -si, pero con ropa interior
 -ah super
 -será divertido- no sé que tan divertido puede ser mostrar mis kilos de más a Z
 -no lo haré 
 -ok, tu te lo pierdes

Se sacó todo, menos los calzones, tenía unos senos pequeños, blancos y adolescentes, probablemente el ejercicio los dejó así de lindos, se metió al agua y comenzó a nadar, toda una musa y yo ahí, sentada en el pasto viendo el espectáculo.

 -¡ven! está muy rica el agua!- gritó
 -¡no sé! - respondí
 -¡¡ven!! estamos solas las dos, ¡¡¡nadie más te vera!!! - ash se veía muy rica el agua y Z disfrutando tanto. Con mucha fuerza y sabiendo que luego me arrepentiría, me saqué los short que llevaba, calcetines y zapatillas, polerón, sostenes por abajo de la polera y me lancé. Z sólo sonrió, no dijo nada acerca de quedarme con polera, total, poleras mojadas es igual a andar sin sostenes.
Peleas de agua, competencias de natación y abrazos que me hacían sentir todo lo que tenía Z en su pecho, no me arrepentía.

 -da la vuelta para sacarme la polera y usar el polerón 
 -no quiero
 -Z…
 -Vale
 -hazlo
 -lo haré, pero quiero que sepas que eres hermosa, además se ve todo abajo de esa polera
 -gracias ¿por el apoyo?
 -de nada

Volvimos trotando al centro, ahora frescas luego de nuestra ‘visita a la playa’

******

Llevaba un poco más de una semana y para mi sorpresa sentía cambios. Quizás no visuales, pero si en el aspecto de sentirme más viva, más capaz de hacer cosas.
No sabía absolutamente nada de alguien afuera, es probable que no hiciera mucha falta, después de todo sólo soy una sábelo todo con muchas amistades de cristal, lujosas, pero fáciles de quebrar. 
No me extrañaba que nadie tratara de comunicarse, después de todo, casi nadie sabe donde estoy, ni como comunicarse hasta este lugar, excepto Ale, ¿estaría en algún problema?, de algo estoy segura, ella sí ha pensado en mi.

Las terapias grupales se volvían deprimentes, todos hablando de lo mucho que extrañaban sus cosas afuera, ok lo acepto, yo también extraño todo de afuera, pero no es para estar dando lástima, menos delante de Josefa, ok quizás necesitaban apoyo. 
Mientras observaba cansada como hablaban los demás, mis oídos de pronto no escucharon nada más que susurros, palabras sueltas y mis ojos, veían sólo movimientos de sombras, hasta que Zoe me pega con su codo en el brazo. Josefa me hablaba, pero no sabía que.
 -¿estás bien?- me dijo Z antes de que mirara nuevamente a Josefa
 -si- dije con un movimiento afirmativo, volviendo a la habitación 
 -¿Vale? ¿todo bien?- escuche nuevamente, pero esta vez de otra voz
 -si, ¿qué decías?- pregunté 
 -hablamos de lo que extrañas afuera
 -ok
 -¿extrañas algo?
 -si- dije respondiendo a su pregunta
 -… ¿qué?
 -conectividad, por supuesto
Risitas sonaron por el círculo, al parecer nadie extrañaba eso
 -¿nada más?
 -no- dije tranquila, moviendo mis hombros hacía arriba, claramente mentí, ahora era el turno de Z para hablar, la cual comenzó antes de que me hiciera otra pregunta
 -bueno Josefa, grupo, yo no extraño mucho, me he acostumbrado bastante a este sitio, lo que no quiere decir que extrañe mis cosas, pero ahora, estas ultimas semanas tengo mucho más de lo que esperaba
 -muy bien, ¿se puede saber que es lo que te pone feliz?- pregunto sonriente Josefa
 -aún no- terminó Z, dando paso al siguiente

Nuevamente volví al mundo de susurros y sombras, era fácil estar en ese estado cuando no importa mucho lo que digan los demás. Z, por supuesto hablaba de mi, no era una loca para decirlo frente a todos y que fuéramos el foco de atención, porque si lo fuéramos, adiós tequila, adiós privacidad.

 -ni sueñes en decirle a Josefa lo que tenemos- le dije a Zoe tomándola de la cintura
 -no te preocupes, no lo haré, pero probablemente se entere en un tiempo
 -no si somos precavidas
 -tomarme de la cintura es ser cero precavida
 -estamos en mi habitación, no hay cámaras acá
 -eso es bueno
 -¿ah si?
 -si- dijo con cara insinuante 
 -lo siento, tengo que cumplir horario con Cruela, mañana luego de ir a mi cita personal con la señorita simpatía Josefa puedes venir a verme- le dije soltándola y sonriendo, Z me miraba con cara de 'no me dejes así'.

******

 -Valentina, que bueno que la encuentro
 -hola Dora
 -le traigo su nuevo horario, tome- me dijo mientras me pasaba una carpeta con hojas dentro
 -¿por qué uno nuevo?
 -no lo sé, es común que cambien horarios
 -ok, gracias

Veamos… deportes igual, horas a médicos en otros horarios, terapia grupal, bla bla bla, wait, ¿un bloque más de psicología individual?. Ver una vez más en la semana a Josefa no era un buen cambio de horario, pero ¿por qué?, probablemente no es tan tonta como creía, claro, recibió información de mi, pero lo normal, no lo que quería. 

Mientras miraba el nuevo horario y pensaba en que quería averiguar Josefa, las paredes comenzaron a moverse y sentí como mis piernas perdían su fuerza, me senté en el suelo, apoyé la cabeza en la pared tratando de parecer como si nada pasara, porque nada pasaba, ni pasaría. Bueno, bueno, podía mentirle a todo el mundo, menos a mi, no estaba comiendo esas mezclas asquerosas y gelatinosas que últimamente tenía mi minuta, y por supuesto, estaba perdiendo muchas más calorías de las que consumía. Algo que tarde o temprano me haría mal.

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