Perdiendo la cabeza #6

Así termino la rutina, estaba viva, pero sentía que moría por dentro lentamente, como una planta sin sol. Necesitaba hablar con mi mejor amiga, la Ale, mi amiga bisexual, nos conocíamos desde los 7 años, fuimos vecinas mucho tiempo y nunca nos separamos, menos cuando nos enteramos de que teníamos más cosas en común de lo que creíamos. 

Necesitaba cariño y ella era la que me lo daba incondicionalmente, sin pasarse rollos o pensar que estoy coqueteando, teníamos mil apodos, cada uno de alguna anécdota distinta. Pero si quería hablar con ella, sería delante de Josefa…

 -hola Vale… ¿por qué tan pensativa?- escuche de pronto por mi lado derecho

 -hola… no nada, solo aquí meditando un poco de las vueltas de la vida

 -¿fuerte cierto? tener una vida y luego entrar aquí, sentirse en una
burbuja al lado del mundo

 -exacto- dije en voz baja

 -sabes que llevo un año acá

 -si recuerdo, lo dijiste en el grupo… ¿de verdad te pagaron por entrar?

 -algo así, me compraron un auto

 -y ¿qué pasaba si no entrabas?

 -la verdad me mandarían a EE.UU a algo parecido a esto, pero más exigente

 -así veo, nuestros padres lo controlan todo

 -exactamente todo, así que obviamente en vez de andar de casa en casa, preferí entrar a esto, bajar de peso y de paso tener auto propio, no andar en el de mis viejos, al final no es tan malo

 -hm eso creo

 -¿que cosa extrañas?

 -no sé si extrañe algo en específico material

 -entiendo, extrañas estar con alguien cercano, alguien tuyo

 -si, exacto, sabes de que hablas

 -obvio, ya pase por todo eso, tranquila si ya encontrarás personas que te contengan

 -gracias

 -de nada, cuando entré estaba en pareja, no sé como lo había logrado pero tenía a la mujer más linda y regia que podrías conocer- gay detected, prefería no asombrarme cuando alguien salía frente a mi, aunque siempre me sorprendía, soy un imán gay

 -cool

 -y no quería dejarla ir, pero obvio no me espero, probablemente fui solo un experimento para ella en el aspecto de que yo pesaba el doble, no la veo desde que entré, le pedí a la Jo teléfono mil veces y ella nunca contestó, se moriría al verme ahora

 -caería a tus pies querida, no lo dudes, ella se lo pierde

 -eres demasiado abierta de mente para ser hetero

 -ok… ¿eso es un piropo?

 -si quieres que lo sea, obvio que si… entonces eres…

 -¿lesbiana?, tu gaydar esta muy bueno Zoe, nunca había salido del clóset tan abiertamente delante de alguien

 -probablemente porque aun no me conoces

 -y porque estoy en un lugar que es temporal 

 -¿dejaste a alguien afuera?- nuevamente la misma pregunta pero diferente respuesta

 -digamos que dejar no, pero si hay alguien

 -¿cómo?

 -es una amiga, me encanta, realmente perfecta, íbamos a pasar una semana juntas en vacaciones pero… mira donde estamos

 -ánimo, no es tan malo, al principio claro que lo es, luego te acostumbras y cuando empiezas a ver cambios en tu cuerpo ya te agrada, ademas ¿cuanto tiempo estarás?

 -por verano

 -¿ves? es súper poco tiempo, ya la veras afuera

 -y a ti ¿cuanto tiempo te queda?

 -sólo este verano, ya tengo que volver a la universidad, con un año sabático esta bien- me dijo riendo.

Atrás de sus pelos locos y mechas de colores estaba una cara lisa y pálida, con unos ojazos azules oscuro, alta como yo quisiera y con esas libras de más que eran exactas para su cuerpo porque nunca las note, pensaba que sufría de bulimia o anorexia, porque se veía estupenda la primera vez que la vi, realmente hicieron un trabajo perfecto. Aparte del físico, su estilo era muy, demasiado parecido al mío, la gente si nos viera junta de seguro pensaría que fuimos al mismo lugar de compras.

 -¿qué estudias?

 -arte, me encanta dibujar

 -genial, tomé un curso de dibujo, pero deje de ir

 -¡¿por qué?!

 -porque tenía muchas cosas en la u y a pesar de que me relajaba era lo, entre comillas, menos importante en ese momento y bueno claro, también no era muy buena 

 -me gustan tus ojos, tienen algunas manchas naranjas por atrás casi invisibles

 -oh gracias, ¿naranjo? nunca había escuchado de un ojo naranjo

 -es que las personas ven sólo lo superficial

 -lo sé, dímelo a mi

 -¿puedo pintarlos un día de estos?

 -claro, pero ¿cómo pudiste entrar tus cosas de arte?

 -¡ah! verdad que eres nueva, no seas loca, este es un lugar de primera, aunque no se note en el ancho de las piezas, hay talleres de muchas cosas, entre ellas pintura, así que de ahí saco todo el material que quiera, ¿cómo crees que he sobrevivido tanto?

 -¡estupendo! ¿tendrán guitarras por ahí?

 -si hay, he visto varias y otros instrumentos, pero nunca he ido a esos talleres

 -tienes que enseñarme donde están, al parecer Dora no es tan buena guía

 -¿Dora? ¡no! para nada, sólo muestra lo políticamente correcto, pero lo demás te lo mostraré yo, no te preocupes- que buena invitación pensaba

 -bueno, acepto, ¿cuando tienes tiempo?

 -deja ver mi agenda… hmmm creo que tengo libre… el resto del verano, ¿qué crees que tengo que hacer? ¿deportes? ¿psicólogo? soy viejita aquí puedo saltarme esas cosas, ¡vamos ahora!- correcto, algo entretenido que hacer esta tarde.

Comenzamos por su taller de arte, le brillaban los ojos al decirme que me uniera, que era muy entretenido, que ella me enseñaba, era un taller muy…como decirlo… artístico, manchas por todos lados, trazos en lienzos, bosquejos en papeles, parecía ser bien profesional.

 -en la u me enseñaron a interpretar cuadros

 -¡cool! a ver ¿como interpretarías un cuadrado?

 -pero que fácil, inamovilidad

 -¡si sabes!

 -igual sé cosas básicas, pero me defiendo

 -tendré cuidado en lo que pinto, puedes descubrir mis secretos

 -exacto, camina con cuidado

  

Sus pinturas eras geniales, tenía de todo tipo, no se encasillaba en sólo un estilo, realmente era muy buena, estaba ansiosa de que pintara mis ojos.

 -oye, ¿por qué siempre andas tan bajo perfil?

 -trato de hacer parecer que no existo

 -ya y ¿por qué eso? ¿no te gusta hablar? conmigo haz hablado bastante

 -me encanta hablar, la ironía, ser pesada a ratos y pelear con la autoridad, así de rebelde, pero no saco nada con ser así aquí más que toda la atención este puesta en mi y mi vida sea mas miserable

 -yo he sido florerito de mesa desde que llegué y ¡sólo porque mi personalidad es así! créeme que lo he pasado muy bien

 -gracias por transmitirme tu experiencia, pero por el momento estoy bien así, aún no conozco bien como funciona esto

Me gustaba que sonriera y me mirara con cara de <conozco lo que piensas>, una chica realmente guapa e interesante, mística total, con un misterio que daban ganas de conocer.

Conocí realmente todo, ahora si que todo, el lugar tenía demasiadas cosas entretenidas por hacer con lo que se refiere al arte, ¡muchas! y a mi me encanta todo eso, las manualidades, la música, la pintura, la televisión, las lecturas, los poemas, sería un paraíso si no fuera por el deporte y los horarios de mierda.

 -gracias por el recorrido, eres un sol

 -de nada, la verdad es que fue un gusto, me caes muy bien

 -oh gracias, no estarás coqueteando-me ¿cierto? recuerda que afuera quedo mi princesa azul

 -tómalo como te de en gusto, no conozco a tu princesa pero sé que es una hetero más, perdida en el mundo normal

 -puede ser, pero igual quiero intentarlo

 -ok allá tu con tus intentos- dijo riendo- nos vemos… ¿mañana?’

 -mañana no estamos obligadas a hacer nada más que deportes ¿cierto?

 -correcto

 -entonces nos vemos

 -ok haré un panorama entretenido

 -oki, bye

Z era ruda y linda por fuera, pero por dentro esa rudeza daba un giro ¡enorme!, le gustaba el arte igual que a mi, con una personalidad que enamora, no estaría mal que coquetee conmigo, después de todo necesito cariño.

Conócela pensaba acostada en la cama pequeña, conócela antes de que pase algo más, sino sólo será algo temporal como todo lo que haz estado viviendo desde que te dejo Maya y apenas mi cerebro pensó en ella apagué toda actividad cerebral consciente.

******

Trotar, abdominales, flexiones, maquinas, juegos, no sé si podré acostumbrarme a esto. Lo único que no quería era bajar los brazos y deseaba re-encontrarme con Zoe.

 -ok terminamos por hoy, en la tarde nos vemos

Que palabras más hermosas salieron de la boca de Cruela. Era fin de semana y los fines de semana son sinónimo de fiesta en verano, lástima que este no era un verano normal.

Pero lo bueno es que estaba conociendo gente realmente estupenda, moría de ganas por saber más de las persona e inscribirme en el taller de música para que me prestaran guitarra.

 -¡buena!- me dijo feliz

 -¿cómo estas Z?

 -bien ¿y tu? ¿como dormiste?

 -bien, aún se me cae un pie de la cama- se congela el pobre cada noche

 -con tal que no se te congele estamos bien- me dijo casi leyendo mi mente

 -¿qué haremos?

 -no sé si este bien lo que voy a hacer contigo- miedo y sonrisa malévola aparecieron en su rostro-pero supongo que eres una de las personas que le gustan las fiestas, no me compro eso del primer día, eso es otra historia que no quiero saber, ¿te tinca una ir a una fiesta?

Sorprendida le respondí…

 -lo siento, no soy de ese tipo de personas, no bebo alcohol

con ojos de asterisco no salía palabra alguna de su boca, así que continué

 -además el alcohol tiene muchas calorías y no estoy perdiendo mi tiempo aquí dentro

 -oh lo siento creo que…

 -¡BROMA! que crédula- decía riendo- obvio que quiero fiestaaaa, si tu lograste bajar de peso haciendo esto ¿por qué yo no? pero ¿aquí dentro hay centro de eventos o algo?

 -wow que buena actriz eres, me lo creí por completo, sabes como ponerte seria

 -por supuesto, en la escuela de negocios nos enseñan a manejar nuestras emociones, aunque mueras por reír tu eres quien domina tu cuerpo

 -¿mi cuerpo?

 -no me refería al mío

 -bueno señorita domina cuerpos y negocios por supuesto que no hay eso aquí dentro, tendríamos que salir

 -ok, ¿cómo?

 -un año aquí me ha dado experiencia, tu sólo sígueme y agradece esto que te heredo

 -oh muchas gracias señorita experiencia