lunes, 27 de julio de 2015

Perdiendo la cabeza #2

 -Sorry, ¿qué? ¿estas loca? ¡no puedes aceptar eso!
 -Maya, no tengo otra opción, te lo dije
 -ya sé, pero no lo puedo creer
 -Si, yo tampoco, pero no puedo hacer más, yo no quiero, con toda mi alma gritaría por no ir, pero es una decisión que ya tomó y no la va a cambiar, tu sabes que quiero bajar de peso, pero claramente no de esta forma
 -Lo sé, ojalá no sea un lugar tan dark
 -Sé que moriré de depresión o de alguna enfermedad, hepatitis por ejemplo, sólo bromeaba
 -Dilo como broma
 -Bueno, si Cristina dijo que le había costado un ojo de la cara no creo que sea algo chanta, porque para que ella diga eso del ojo, es porque no es muy económico
 -So, supongo que tendré que llamarte ya que no podremos juntarnos, te extrañare
 -Yo también te voy a extrañar, estoy muriendo de pena, pero
tu sabes que donde estoy yo hay diversión
 -El alma de la fiesta, por supuesto, trata de divertirte y romper reglas
 -Eso haré, ¿hablamos luego?
 -Si, seguro
 -Ok, bye
Y sin esperar su despedida corté el teléfono para ahorrarme las lagrimas, esa era la última llamada de la decena que hice para pedir disculpas que no podré cumplir mis panoramas, fue la más corta y la más dolorosa, porque era ella, la persona que con una semana me daría la energía para vivir por mucho tiempo. ¡Tanto en común! de mis pocas cercanas que adoraban otros idiomas, de las pocas que se dedicaban a lo que amaban, una de las pocas que quedan en el mundo.
A algunas les dije la verdad a otras tantas sólo les mentí, no puedes decir la verdad cuando esa verdad puede atentar contra ti en algún momento de tu vida. Eso implica que quizás tengo amigas de cartón que son sólo para cosas temporales. Pero así es la vida real ¿o no?.

******

 -De verdad espero que esto no sea un error- le dije en el aeropuerto
 -No lo será- me respondió firme al instante, como si fuera algo normal y quisiera iniciar una discusión -Que te vaya bien, nos vemos en unos meses
 -Llámame
 -Mejor llámame tu ¿bueno?
 -Ahm ok, adiós, que tengas lindas fiestas de fin de año, si no entendiste lo dije irónicamente, eres realmente un monstruo- era obvio, tenía que hacerla sentir mal antes de irme, no podía pelear en ese lugar público conmigo, tenía que guardar compostura, pero si no le decía eso ella pensaría que estaba de acuerdo, cosa que no es.
  
Y me fui a la sala de embarque, pensando en mil formas de no subirme al avión, incluso pensé en mil maneras de morir en esa sala de embarque que sólo tenía asientos, tv y unas plantas, que no parecían venenosas, ya no me sentía tan feliz cómo esperaba sentirme en las anheladas vacaciones. Mi vida estaba dando un giro en ciento ochenta grados a velocidad luz, estaba en la otra esquina, mirando desde muy lejos lo que debería estar haciendo en vez de subirme a un avión para un campamento de gordos. Tenía un nudo en la garganta y lágrimas en los ojos que tapaban mis lentes de sol oscuros, nada tenía sentido, sentí que la depresión de la adolescencia volvía tan rápido que ni siquiera podía prevenirlo. Pero por supuesto mi vida de mierda tenía que verse como la vida que todos querían, yo no doy pena, así que imaginé que volvía a Europa por el verano y mi vuelo me esperaba. Con el estilo que siempre me acompaña, relajado, de buenas marcas mezcladas con poleras estampadas, me paré y camine hacia la entrada del vuelo.
Sentía como las personas me miraban, cómo siempre, es raro ver a una persona con sobrepeso que se vea bien, no es de egocéntrica, es la verdad, mi chaqueta de cuero con la polera estampada abajo, pantalones con diseños y mis infaltables converse me hacían ver más alta de lo que en realidad soy. Mi metro setenta con mis cabellos claros y rojizos amarrados en forma desinflada y desinteresada, hacían que no pasara desapercibida. No puedo entender a las personas que se preocupan tanto por verse perfectas, la técnica es verse libre, relajada, cómoda al andar, siendo natural las personas se ven mejor.
Claro que mi imaginación llego hasta cuando bajé del vuelo, tome mi maleta y vi a un estúpido con un letrero que decía ‘Food Center’.
  ‘IDIOTA, como se te ocurre venir con un cartel que diga eso’ pensé en decirle para que se diera cuenta lo estúpido y de mal gusto que era su cartel, cualquiera con dos dedos de frente sabe que es humillante. En cambio pensé que sólo sigue ordenes, así que pase caminando por al lado de el por si me reconocía y me siguiera sin hacer un show en medio de muchas personas, pero no me reconoció claro, apuesto a que nunca había visto a alguien como yo, así que me senté con la intención de esperar que se cansara, bajara el cartel y ahí iría donde él…esperé media hora y el ridículo seguía con su cartel. 
Que seguía haciendo yo en ese aeropuerto era lo importante, esta era mi oportunidad para escaparme, estaba en una ciudad que nunca había escuchado en mi país, así que aunque fuese aburrida tenía que conocerla. Según mi madre no tenía ni un sólo peso, pero yo tengo ases bajo la manga, tampoco soy tonta. 
Dos días antes de dejar mi vida llamé a mi abuelo en el sur, el ya sabía que lo llamaría porque obvio que la señora sábelo todo, mamá, lo llamó antes.

 -Hola tata, supongo que ya sabes porque te llamo
 -si corazón, ya me llamo tu madre
 -bueno tu sabes que no es mi intención pedirte dinero pero…
 -no sé cómo te pudo hacer eso, no niego que es por tu bien, pero lo mínimo es dejar tus cuentas y tarjetas activas. Yo ya te deposite en tu cuenta, ocupa bien tu dinero hija
 -abuelo te amo, eres el mejor del mundo, no te preocupes que estaré bien y me cuidare, hablamos luego

Con abuelos como estos es que vale la pena tener madres, mi abuela en cambio ni me llamó, no soy su favorita en realidad, igual la amo.
Entonces ¿que puedo hacer con una maleta gigante, doscientos mil pesos en mi cuenta, no es poco para un abuelo, y sin conocer el lugar? creo tomar el ¡mejor y más largo tour que exista!

 -Son $40.000 el tour completo, dura 6 horas, le damos almuerzo y colaciones, conocerá todo el lugar señorita
 -oh, bueno sabes que yo nunca hago esto, que vergüenza, tengo muy poco dinero y tengo que estar acá varios días-meses pensaba en mi cabeza- ¿me puede hacer algún descuento?- morí y volvía a morir de vergüenza, pero era eso o arriesgarme a que me encontraran en la ciudad.
 -bueno no sé, yo soy empleado aquí …
 -porfa, mira yo voy a estar harto, quizás mucho tiempo acá y podemos juntarnos un día y no sé tomar algo- que asco estar haciendo esto, pero los hombres son hombres y donde les dan de comer van.
 -ya mira, hagamos esto… te voy a hacer un descuento como si fueras mi familiar y si eres estudiante te baja un poco más también
 -oh excelente, te pasaste, ¡eres el mejor! ¿tu vas al tour?- por favor que diga que no
 -no, yo sólo atiendo acá, ya mira te quedaría en $32.000, ¿está bien?
 -¡súper bien! que mal que no vayas, muchas gracias, ¿en cuanto tiempo más comienza el recorrido?
 -en 15 minutos ya están saliendo, sube al transfer  no más y… nos vemos

Hombres… nada que decir.
Ya me quedaba menos dinero, pero me serviría para buscar un hostal decente por unos días y luego ¿trabajar? para poder vivir durante el verano, total si este lugar tiene playa y lugares silenciosos estaré bien.

 -¿Estamos todos listos? ¡¡¿como están?!! ¿bieeeen? que bueno, comenzamos el tour, bueno nosotros no les mostraremos la ciudad porque eso pueden hacerlo solos, les mostraremos los lugares más hermosos que nunca han visto porque aunque piensen ‘que puede haber en este lugar aparte de un cactus’ hay lugares que los dejaran sin aliento, mi nombre es Vicente y seré su guía, amigo y si quieren algo más sólo por hoy
¡Amado! esto se siente como estar de vacaciones, me encantan estos guías bien simpáticos.
Vicente no mentía, el lugar era hermoso, maravilloso, tenía lugares que nunca imagine podía encontrar en mi país, había playas cristalinas sin una tinta de smog, bosques, montañas, mucha naturaleza y gente cariñosa.
En estos momentos en que tienes poco dinero e igual puedes disfrutar a lo grande en un lugar pequeño es cuando pienso en mi familia, el dinero nos hizo dividir, las herencias y luego que unos fueron más exitosos que otros, las universidades y mucho blabla sin sentido, porque no sirve de nada el dinero si no puedes disfrutar de lo simple. Ya sólo tenía contacto con mis abuelos, una tía y una prima, lo que es el 10% de mi familia, pero bueno… por lo menos ahora estaba ocupando en algo bueno mi dinero y eso me hacía sentir bien.

 -Vicente, conoces algún pub, disco o lo que sea, alternativo
 -Oh chica valiente, tienes suerte, porque sólo hay uno
 -pero ¿qué tal la calidad?
 -no es peligroso, conozco al dueño se ha encargado de hacer de su local un lugar de primera categoría, por lo mismo es un poco caro
 -¿qué tan caro?
 -no tanto
 -¿se paga entrada también?
 -depende
 -de qué…
 -de si tienes contactos y te aviso amiga que es tu día de suerte dame tu nombre y le envío un mensaje para que te agregue a las listas
 -¡oh! te pasaste, muchas gracias

Espero que los precios no sean tan altos, da igual, soy joven y no puedo estar pensando todo el día en el dinero, total luego llamo nuevamente a mi abuelo en caso de emergencia.

******

 -Hola ¿tienen custodia para dejar esta maleta?
 -si al fondo, con tu entrada es gratis

Maldita maleta gigante, si se pierde muero al instante. El local estaba estupendo no era grande ni pequeño, con un ambiente agradable, música alternativa de la buena y gente guapa, el paraíso de una noche de vacaciones.

 -hola, dame un margarita por favor- sentándome en la barra para luego disponerme a bailar, necesitaba alcohol en mi sangre y que mejor que el tequila, uno de mis favoritos en un trago. 
 -chica ruda ¿ah?- escuche de pronto a mi lado derecho
 -uhm… ¿por qué?- respondí con una ceja arqueada y feliz de tener alguna interacción con un ser humano… hermosa por lo demás
 -porque los margaritas tienen más de un 25% de sólo alcohol
 -oh veo que sabes de lo que hablas
 -no mucho la verdad, pero de los tragos más fuertes sé algo, me llamo Josefa, puedes decirme Jo, ¿largo día?
 -Valentina o Vale da igual, si… largo, ¿se me nota?
 -la verdad es que no, pero para pedir margaritas debe haber sido duro
 -si algo así- tampoco podía explicarle cada detalle de mi día, que vergüenza. Esta señorita se veía bien arreglada, de unos 26 años, alta y morena, con ojos color miel, con una voz dulce pero a la vez oscura, una figura que te encargo porque esos músculos bajo su polera se notaban.
 -no creo que peor que el mío
 -oh lo siento por ser tan egocéntrica, ¿tu día estuvo muy pesado?
 -si algo así, problemas en el trabajo por personas con actitudes irresponsables, gente que no se compromete con sus obligaciones y no se dan cuenta que al final a todos nos afecta
 -wuauh que mal, debes tener compañeros de trabajo poco comprometidos
 -no para nada, mis compañeros son muy comprometidos, igual hay excepciones, en realidad va por otro lado
 -ah, me suena complicado, así que no te preguntaré más porque tampoco quiero entenderlo, con un día pesado en mis hombros basta
 -tienes razón- me dijo riéndose, hermosa sonrisa pensé, en mi cabeza daba vuelta la idea de que ya había encontrado alguien para disfrutar la noche, pero esos pensamientos se rompían cuando la veía tan estupenda, claro que no era para mi, sólo era una persona con problemas que quería desahogarse y sentir que sus problemas no eran más grandes que los míos, por supuesto no seguí el tema del día.
 -cuéntame de ti, nunca te había visto por estos lados
 -yo tampoco te había visto- la hice reír nuevamente- lo que pasa es que tengo familiares acá y siempre los vengo a visitar, pero nunca había venido a este local, no sabía que existía- mentí- ¿y tu? ¿eres de acá?
 -no, igual me vengo siempre por temporada de verano a ver familiares
 -ah que bien, tenemos algo en común
 -así veo, ¿de donde eres entonces?
 -de La Serena- volví a mentir- ¿y tu?
 -oh que buena me encanta La Serena, yo soy de Santiago
 -que común, Santiago no es Chile sabías- lo dije riéndome sin explicación, ni siquiera sabia porque estaba hablando eso.
 -así dicen
 -disculpa, me traes otro porfa- le dije al bar-man 
 -oye no crees que es mucho
 -es sólo otro 25% aún falta para el cien, tranquila sé cuidarme, ¿qué estas bebiendo? ¿coca-cola?- ya me estaba poniendo pesadita.
 -veo que eres chistosa, no querida, este trago se llama Negroni, y tiene 27% de alcohol aproximadamente
 -uuuuuh mujer de armas tomar, me gusta, pero sólo llevas uno no creo que tengas más aguante que yo
 -¿quieres probar?
 -creo que si, ¿es una apuesta?
 -si
 -ok, me encantan las apuestas, ayer te hubiera dicho que sólo apostaría por el simple hecho de ganar, pero hoy no estas de suerte, así que… ¿qué ofreces?
 -bueno, si tu ganas yo esta noche te llevo a un lugar que probablemente no conoces y te daré una sorpresa
 -cool, acepto
Riéndose de mi respuesta me dijo
 -espera que tu también debes ofrecerme algo
 -ok, ¿qué quieres?
 -bueno ya que mis tragos son caros, podrías invitarme todo lo de esta noche
 -wow eres buena en las apuestas, ok… hm acepto, sólo porque sé que no perderé
 -eso lo veremos
Y comenzó la apuesta…

Cuando iba en mi cuarto margarita ya no podía hablar con mucho vocabulario, así que la invite a bailar, yo iba ganando pero por poco, ella no era tan frágil como pensé, ya estábamos con los efectos del alcohol y cada vez me parecía más linda… las lesbianas no somos muy buenas bailando, pero si lo somos acercándonos…tomé su cintura y la acerque para estar cerca de su boca, pero sentí aire diciéndome 
 -Vamos a mi casa, tu ganas- me dijo antes de que la besara. Acepte sin titubear, pagamos las cuentas y ella llamó a un taxi.
 -Espera…- tengo algo en custodia trate de decirle, pero estaba muy ebria para decir lo que pensaba.

En ese momento perdí el conocimiento, tengo flash back muy confusos. Yo en el taxi, ella a mi lado, ella abriendo una puerta, yo en su cama, ella poniendo frazadas sobre mi y nada más hasta el otro día.

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