sábado, 18 de abril de 2015

Mi profesora mi enamorada / Parte 12

De ahí en adelante la semana sólo era importante los días jueves, quedaban apenas cuatro clases ese año y para mala suerte me dio otitis, mi enfermedad común. Me faltaba solo un examen y ya tenia el ramo pasado. Pero necesitaba ir a clases de laboratorio, sólo podía faltar una vez más o reprobaba. 
Ese jueves después de la conversación en su casa no pude ir y al día siguiente llamaron de el departamento de innovación.
-¿hola?
-¿Emilia? hablas con la secretaria de el departamento de innovación
-si, hola
-mira, estoy avisando a las personas que ya no pueden faltar más o reprobaran el ramo
-si lo se, lo que pasa es que me enferme de otitis y no puedo salir por lo menos en una semana y media más.
-oh que mal, espero te recuperes pronto, mira haré algo, puedes
recuperar las clases, pero me traes un certificado ¿bueno?
-si lo tengo
-ok, entonces me lo traes a mi oficina y luego vemos que días recuperas clases
-bueno, muchas gracias, muy amable
-de nada, recupérate, estamos en contacto, buenas tardes
-buenas tardes.- Que bien por lo menos podría recuperar clases, pero esto atrasaría mis planes de hablar con Fernanda. Quizás que pensará ahora que faltaré dos clases, probablemente no le importe.

Que dolor más horrible es tener otitis, pasaban los días y aún no me sentía bien. Era extraño porque la otitis no dura más de, con tratamiento, unos 3 o 4 días de dolor y lo demás es descansar, pero según el doctor estaba con las defensas bajas por lo que me mareaba y no tenía fuerzas. Yo sabía que era porque no había, ni seguía comiendo muy bien.
Al jueves siguiente aún estaba en reposo, ya sin dolor menos mal, pero con mareos, no quise decirle a mi mamá o sino estaría al día siguiente diciéndome ‘te dije que no anduvieras a pata pelada, que no te lavaras el pelo sin cubrirte los oídos, que no salga al frío’ y mil cosas que tendría que aguantar o refutar. Ese día en la noche como a las 9 estaba viendo una película para luego disponerme a dormir, pero sonó el celular, un numero desconocido.
-¿alo?
-Hola Emilia ¿como estas?
-si… bien, ¿con quien hablo?
-Con Fernanda
Estaba mal, porque no reconocí su voz. 
-¿Que Fernanda?
Realmente no era yo.
-Fernanda, tu profesora
-… - marcando ocupado
-¿hola?
-si, perdón estoy aquí
-Emilia ¿por que no haz venido a clases?, sabes que con esta ya van 4 clases y se supone que repruebas el ramo, yo puedo ayudar a que no sea así, pero estoy preocupada, ¿que te pasa? ¿es por nuestra conversación?, ¿es por nosotras?
-oh estoy muy sorprendida de que me haya llamado, lo que pasa es que estuve enferma, ósea, eso dijo el medico, y mis defensas están bajas por lo que aún no me siento bien. Me llamó la secretaria de su departamento y me dijo que con certificado podía recuperar clases luego.
-Las clases en realidad no importan mucho si estas enferma, tienes que descansar, igual hoy te puse presente. Dime ¿te sientes muy mal?
-No debería sentirme mal, pero como mis defensas están bajas me mareo y no tengo muchas fuerzas, además ahora me resfrié, no he cocinado, quizás por eso mis fuerzas siguen bajas, he comido frutas y lácteos y ehm algunos sandwiches.
-Que eres loca, ¿cómo enferma y sin comer?… a ver… mira quizás lo que te voy a decir no es muy común en profesores pero igual lo haré porque en realidad entre nosotras no todo es muy común…si no te molesta puedo ir a ayudarte, no sé a cocinarte algo para que te recuperes rápido.
-¿esta segura de lo que esta diciendo?
-por supuesto, cuando yo vivía en pensión y me enfermaba nadie me cuidaba y hubiese pagado por alguien que se preocupara por mi.
-oh muchas gracias, bueno yo encantada, vivo cerca de la u, es el edificio que esta al lado de la plaza, el numero es 1203
-ok conozco esos departamentos, 1203 lo tengo , llego en un rato, nos vemos.
-nos vemos
Incrédula de lo que acababa de pasar sólo podía esperar, tampoco pretendía aprovecharme de la circunstancia, tenia tan pocas energías que aunque quisiera no podría. De un empujón me mata. Así que tome la decisión de que actuaría como una alumna a la cual su profesora estimaba mucho y estaba preocupada por cuidarla, extraña situación que jamás había visto o escuchado, pero actuaría normal igual.
Pasaron treinta minutos y el conserje llama por teléfono diciendo que alguien venia a verme y si la dejaba subir, yo respondí que subiera. En unos minutos ya sonaba el timbre.
-Hola - me dijo con un beso en la mejilla
-Hola profe, pase
-¿como estas?
-aquí recuperándome, al parecer con muchos bichos en mi cuerpo.
-no tienes muy buena cara, los bichos se aprovechan de las personas que tienen las defensas bajas y que más encima no comen, ¿sabías? - me dijo irónicamente - oh pero que linda vista tienes, se ve todo el mar!
-si sé -le dije sonriendo mientras se salía una gota de moco por mi nariz que automáticamente seque con un pañuelo, añadiendo-  me inspira el mar, siéntese.
-gracias, ¿te inspira para que?
-me gusta escribir y el mar me inspira mucho aparte de relajarme, aunque el ruido de los autos no es muy relajante
-que bien, tienes que mostrarme algunas cosas que escribes
-las últimas están inspiradas en ti- pensé
-que vergüenza, pero claro que verá algo de eso- le dije
-no me trates de usted, igual ya han pasado muchas cosas como para que no nos tengamos confianza.
Por lo menos me tranquilizaba que ya me tenia confianza real.
-¿como le digo?
-Fernanda, Feña, Fer, como quieras
-Me gusta Fer
-ok! hey! traje algunas cosas para cocinarte, si quieres puedes ir a recostarte, lindo pijama - bob esponja auspiciaba mi pijama favorito
-si he estado todo el día así, bastante cómodo
-bueno entonces manos a la obra, te mueres lo que te cocinare
-uhm que rico hace rato que no como comida casera
-comerás de la mejor comida casera ya verás
-genial me encanta ese entusiasmo… y la humildad - dije despacio
-escuche eso! - dijo entre risas
-mientras nos parábamos para ella ir a la cocina y yo a la pieza me mareé y tuve que afirmarme en la mesa que estaba al lado de el living, nada grave. Me vio y claro se asustó. Se acerco rápido a ayudar a sostenerme.
-¿Estas bien?
-si, solo que me paré muy rápido, ya paso, no te preocupes
Mientras me afirmaba con una mano en la cintura me dijo -estas más delgada, necesitas que alguien te cuide - al parecer la ultima vez que tomó mi cintura sintió más de donde agarrarse
-es sólo por el momento, luego recuperare esos kilos no es gran problema, ya estoy mejor, no estoy mareada.- le dije entre risas mirando hacia otro lado.
Me dejó en la pieza y fue a la cocina, era como si conociera el departamento. Salía un olor tan exquisito y tenia demasiada hambre. Al rato llegó con una bandeja y un plato hondo con sopa. Si hay algo que odio es la sopa, me gustan las cosas secas, pero tenía tanta hambre que no pondría problemas para comerla.
Grande fue mi sorpresa al probarla y sentir que estaba muy rica.
-Tienes que enseñarme a hacer esta sopa
-Claro! cuando puedas sostenerte por más de 5 minutos te la enseño- dijo entre risas
-Que graciosa eres
-Lo sé, toma tu sopa y luego hablamos
No tuvo que decir más yo me devoré la sopa en medio minuto.
-¿tu comeras?
-comí antes de venir, pero igual me haré un pan con algo; traje pan, que tienes para echarle
-ehm busca en el refrigerador ahí debe haber algo que te guste
-ok, en un rato más
-disculpe mi pregunta…
-tutéame ya te dije
-oh perdón se me olvida a ratos, disculpa la pregunta, pero ¿le dijiste a tu novio que estarías acá?
Un silencio y mirada baja me hacían dar cuenta de que era una des-ubicada
-hm, ya no tengo novio
-¿que? - probablemente había escuchado mal.
Esto parecía una cámara oculta, todo estaba como yo deseaba, como lo soñé e imagine mil veces, claro, lo sentía por su novio, pero así son las relaciones nunca sabes lo que pueda pasar mañana.
-lo que oyes, terminamos, ha sido una semana complicada, agotadora y extraña, ya no era lo mismo que antes discutíamos mucho y  bueno cosas de la vida.
-Pero, ¿estas bien?
-si, bien, asimilando, fue una relación de años
-¿y que harás con la casa? me dijiste que la arrendaban juntos
-si, el se preocupará de eso, ya a fines de diciembre termina el contrato de arriendo, así que luego de eso buscaremos arriendos separados.
-lo lamento
-no lo lamentes es para mejor
-como ya nos tenemos confianza a tal punto que conocemos nuestras casas- mi sonrisa ya afloraba a cada rato- ¿que terminaras con el tiene que ver algo conmigo?- poniéndome seria
-Emilia, te dije que no habláramos más de ese tema, es complicado para mí, soy tu profesora
-Y yo soy tu alumna... no creas que para mi no es complicado -me arme de valentía para continuar- no soy de las jóvenes que andan con una y otra pareja cada semana, menos de las personas que se meten en una relación, para mi fue muy difícil aceptar que me gustan las mujeres…
-pero yo no soy lesbiana
En ese momento estábamos las dos sentadas en mi cama, yo dentro de las frazadas y ella arriba, los platos ya habían sido retirados, y una película sonaba en la televisión.
-pero te atraigo
-…-silencio
-yo sé que si, sino no estarías acá- continué- si quisieras que esto (sea lo que sea) terminara hubieses tratado de cortar relación conmigo. Siento que te conozco, que sé de ti, eres la persona que sin saberlo llenó cada vacío de mi corazón desde el primer momento en que te vi en la charla de la primera semana de universidad. Fernanda no sabes todo lo que he sufrido este año por ti, primero soñaba y fantaseaba con tener algo contigo, luego del beso te ame automáticamente, eras mía a pesar de que tuvieras pareja. Cuando me dijiste que no podía ser estaba muerta, sin ti no puedo vivir, no puedo, no entiendo como podía seguir mi vida antes de conocerte. Desde el beso mi cuerpo no está conmigo, esta contigo; decidí jugármela y luchar por ti, por eso te estoy diciendo esto ahora.
-pero Emilia soy tu profesora y no me pueden gustar las mujeres, nunca me han gustado, tampoco quiero jugar contigo
-no lo hagas, sólo basta con escuchar tu corazón, no pienses en lo que debe ser correcto, sé feliz, siente, deja que tus sentimientos hablen
-Emilia entiéndeme
-te entiendo, por eso te estoy diciendo esto, porque sé que si no dejas salir eso, si no estamos juntas, aunque suene MUY egocéntrico, no serás feliz. Fernanda escuchame, se que soy menor que tu y que soy tu alumna, pero te adoro y quiero conocerte por completo, compartir mi vida contigo.
-pero tengo mucho miedo de lo que pueda pasar
-no lo tengas, sólo deja a tu cuerpo que actúe, el sabrá lo que es correcto
Vi como sus ojos se cristalizaban mientras tomaba un gran sorbo de aire para decirme…
-He pensado día y noche esto que me esta pasando, fue uno de los muchos motivos de terminar  mi relación, me digo todos los días que no puede ser, que faltaría a mi ética, que tu eres mi alumna, por Dios eres mi alumna, y siempre llego a la conclusión que lo dejare hasta aquí nomas y que no puede pasar nada, pero te veo y todos mis pensamientos de lo que sería correcto se borran, y sólo eres tu en mi cabeza. No puedo creer lo que esta pasando… cuando no te veo me preocupo y no puedo dejar de pensar en ti, ahora mismo para saber que te pasaba tuve que meterme a la base de datos de los alumnos para encontrar tu numero de celular, he hecho cosas que nunca pensé que haría ni menos diría.
-con lo que me dices no es necesario decir más
-acabo de terminar una relación hace unos días, ni siquiera he dejado pasar un tiempo como en relaciones anteriores, pero quiero estar contigo, no puedo dejar pasar un día más teniendo esto adentro...por favor hagamos que no nos arrepintamos
-te aseguro que no lo haremos
-no me dañes
-jamás lo haría

Mi cuerpo sentía lo que ocurriría ahora, el segundo beso estaba por venir, esta vez yo di el primer paso acercándome a su cara, sus ojos me miraban fijamente, como nunca estaban muy azules, preferí abrazarla antes que todo, un largo abrazo calmó todo el miedo que teníamos, ya podía sentir su respiración y hasta su corazón; sus latidos apagaron mis miedos. Mis manos tiritaban, la solté y ahora sí podía sentir nuevamente la calidez de sus labios que recorrían cada centímetro de mi piel, esta vez podía durar todo lo que yo quisiera, sin miedos de ser descubiertas, mi mano afirmada en su pierna sin ninguna barrera, sin ninguna restricción de lo que sería correcto, éramos sólo dos mujeres enamoradas declarando todo, sólo dos personas más en un universo infinito amando, aceptando y soñando.
Luego de ese segundo beso, que era el principio de muchos más, la invite a quedarse, lo cual acepto sin titubeos. Le preste uno de mis pijamas y a su lado pude descansar.
Dormí como un bebé esa noche, me sentía protegida, completa, podía apoyarme y sentir su corazón, su ritmo de vida, podía sentir que estaba ahí que ya no era un sueño, sin angustias ni penas, ya tenía lo que me faltaba y jamás la dejaría ir.
Al despertar la mañana siguiente era increíble, me sentía mucho mejor, pero aún no podía ir a la universidad aunque quisiera. Ella se levanto sin hacer ruidos y asumí que estaba en la ducha, porque se escuchaba agua. A los minutos salió del baño con esos ojos y esa sonrisa.
-Hola! ¿como amaneciste?
-Muy bien ¿y tu?
-bien, tomé una toalla prestada
-si, no te preocupes siéntete como en casa
-gracias, ahora debo ir a trabajar, ultimo día de la semana, que rico
-si genial! me siento muy bien quizás vaya a la u
-no! estas loca, tienes que descansar por lo menos hasta mañana o el domingo, luego ya veremos
-ouch bueno, ¿volverás?
-¿quieres que vuelva?
-¡por supuesto!
-si volveré, me necesitas y viceversa- dijo entre risas- pero iré a buscar algunas cosas a mi casa para poder quedarme el fin de semana si no te molesta
-no me molesta, puedes hacer lo que quieras, yo feliz
Con sonrisas en nuestras caras nos despedimos, me miró, y supimos que ahora: correspondía un beso en la boca.

10 comentarios:

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    1. Adria todos los comentarios son bienvenidos, no es necesario que borres lo que piensas, saludos!

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  2. Me llene de amor al leer esta historia, ojalá me pudiera pasar eso a mi, tengo 18 años, me enamore de una profesora de mi colegio, de filosofía, exactamente, es hermosa, es francesa, mi motivación de dia a dia, jamas me ha dado clases, y hace poco le entregue una carta declarándole mis sentimientos. Ella tiene 36, y es sumamente estricta en cuanto a la ética profesional, esa mujer hace que mis días mas sombríos se conviertan en mis mejores días con tan solo verla sonreír, me respondió mi carta, se acerco a mi... y pues me dijo que lo que hice requería de mucha valentía y me felicitaba, pero que hasta que no me graduara, no puede tener contacto con sus alumnos fuera del aula de clases, cuando se me acerco tenia una sonrisa de oreja a oreja, su expresión me lleno de felicidad y pues ahora estoy mas confundida que nunca, porque el próximo año me dará clases... simplemente me encanta no puedo dejar de mirarla a ella en el colegio o sus fotos.. si me puedes dar algún consejo :(

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    1. Como te va con ella a mi me gusta mi maestra, pero todos me dicen que nunca me hara caso :(

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  3. waooo!! felicidades me encanto ..a mi me pasa lo mismo estoy super enamorada de mi profesora ..me lleva 20 años y yo tengo 23 años no puedo dejar de pensar en ella y con ella llevo 3 veces a la semana ..a veces no kiero aceptar me cuesta mucho asimilar lo k me esta pasando lo peor esk tengo mi hija ..y ella tambn ... es muy complicado .. noce pork derrepente empese a esquivarla trataba de no chocar con ella pero eso me paso de la nada ..pero pensaba mucho en ella ahora en este semestre me pasa lo mismo ..trato de esquivarla cada vez que me habla pero no aguanto estar asi porque pienso mucho en ella ,,a la vez cada clase que me toca con ella quiero verla pero como que a la vez cuando la tengo de frente la esquivo .. la primera vez que me pasa esto .. bueno chica felicidades k linda historia

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    1. que bien que dejes que ese sentimiento fluya, no lo esquives, acéptalo y todo va a ser más simple, gracias por leer !

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  4. Que linda historia :'3 Hasta ahí quedo o que esque soy nueva jijiji -u-

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