viernes, 5 de enero de 2018

Extranjera / Capítulo 7: Noche de viernes

Miércoles, siete de la mañana. Casi no pegó un ojo en toda la noche, la emoción, los nervios, toda una mezcla de emociones que apretaba su estómago. No fue necesario esperar que sonara la alarma, entró a la ducha y luego se arregló para ir a trabajar.
No me dijo como debía ir vestida…
Miró su ropa, pensó en la revista, recordó a las personas que pudo ver desde el pasillo: nadie con ropa formal. Todos vestían diferente: jeans, blusas, zapatillas o zapatos, vestidos, pero nada como para una reunión de gerencia.

Tomó unos jeans negros que dejaban ver sus tobillos, vans y una blusa de mangas cortas con estampados. Amarró su pelo en una coleta y arregló su bolso con cosas que pensó podía necesitar, eran las 8.15am, así que salió a la calle para caminar a su trabajo. Eran bastantes cuadras para una persona atrasada, pero tenía 45 minutos extra.
- ¿lista?- preguntó Camila emocionada
- por supuesto
Bastó la respuesta de Domi para que la subieran a un auto lleno de personas que conversaban entre ellas. Camila la presentó y se dirigieron a una exposición en Sacramento, una ciudad vecina. Le explicaron que debía anotar todo lo que veía, el diseño, los cuadros, si habían personas mirando la exposición y si alguna de estas personas era importante. Sumado a esto, debía encargarse de Camila, de lo que necesitara y anotar cada cosa que ella decía no debían olvidar para el artículo.
Camila caminaba al lado de Domi, su caminar firme le daba aire a su cabello oscuro para que se moviera, como si de una pasarela de tratara. Saludó al encargado de la exposición, hablaron unos minutos y luego se dirigieron mirar lo propuesto, el equipo de Bag Magazine ya hacía su trabajo en el lugar, algunos sacando fotografías y otros escribiendo. Era una producción visual espectacular, más allá de las obras de arte el simple hecho de mirar el lugar ya era gratificante. En Chile no había visto tal puesta en escena, estaba alucinando.
- mira aquí viene la responsable de lo que ves- dijo el señor de barba blanca, dirigiendo su mirada a una chica que caminaba hacia ellos
- Sara, querida, que grato verte nuevamente- habló Camila abrazándola 
- lo mismo digo Camila, volví para afinar algunos detalles, ¿qué te parece?- preguntó haciendo un gesto poco humilde, bastante segura de lo que hacía
- espectacular, como siempre, sabes que es un honor para Bag Magazine mencionarte en nuestras páginas
Estaba impactada mirando a su nueva jefa junto a su nueva vecina. Sin mencionar que su vecina era la responsable de tal exposición.
- te invito un café- le dijo Sara a Camila
- claro, Dominga ya sabes que hacer
Al decirle esas palabras, Sara cambió la dirección de su mirada, hasta ese momento ni siquiera había notado que había una persona más en aquel círculo de conversación. Se miraron y Sara se tomó la barbilla con una mano, miró al suelo divertida y luego salió junto a Camila del lugar.
¿En serio? ¿solo una estudiante? 
Volviendo a su primer día de trabajo, fue donde se encontraban algunos de sus compañeros, compartió unas galletas y luego conversaron. El grupo era agradable hasta el momento, tenían varias series en común y eso es muy bueno.
- iremos por algo de beber luego del trabajo, ¿te apuntas?
- ¡claro! - le respondió al chico alto y rubio que tenía una cámara en sus manos
Conocer personas y beber… como podría resistirse. 
*****
- soy lesbiana
- ¡JA! lo sabía, te dije Tom, mi gaydar no falla- gritó satisfactoriamente una de las chicas del trabajo que rodeaba la mesa, el juego en curso permitió a Domi salir del clóset una vez más o una menos, era una cosa constante cuando conocía gente y mientras antes supieran mejor
- bienvenida al club, en esta revista queda poca gente heterosexual- le sonrió el chico que la había invitado de beber, Tom
- ¿recuerdas a la editora de la sección de noticias? su heterosexualidad duró ¿dos meses?, me encanta como evolucionan las personas
- entonces creo que lo pasaré muy bien en este trabajo- alzó su vaso Domi para seguir con la, ahora, celebración
La semana comenzó a avanzar, el trabajo en Chile lo tenía bajo control mientras aprendía su nueva rutina. Camila, como buena alma libre, iba de un lado a otro y ahí estaba Dominga. Le destinaron una oficina compartida con cuatro personas, entre ellas Tom y la chica con un gaydar refinado, Eve.
A pesar de llevar pocos días socializando con personas, cada vez captaba más rápido lo que las personas hablaban y la gramática conceptual hacía conexión con lo que veía a diario. 
Camila le había advertido que habían fines de semana en los que tendrían que trabajar, pero todo es compensado, ya que a veces se realizan exposiciones solo esos días. Ya era viernes por la tarde y su cama era lo más tentativo que tenía para esa noche, al menos antes de que sonara el timbre.
- Sara- dijo apenas abrió la puerta
- hola, lo siento si interrumpí 
- tranquila, mi cama no es celosa, pasa
Ambas se sentaron en el living, Sara llevaba una chaqueta de cuero negra y jeans ajustados, a Domi le seguía pareciendo atractiva, era una tentación latente.
- entonces… dime, ¿qué haces trabajando con Camila?- le preguntó divertida
- necesitaba un trabajo y Camila me lo dio sin preguntar, le encantó que fuera chilena supongo
- es una gran mujer, inteligente y talentosa, tiene ese olfato con las personas, estoy segura no se equivocó contigo
- gracias- le respondió cerrando un ojo- ahora cuéntame como es que no me dijiste que hacías esas exposiciones
- te dije que era diseñadora
- ya, pero creo que olvidaste mencionar varios detalles, ¿qué estas estudiando ahora?
- es un curso… fotografía, mi placer culpable
- cada vez me pareces más atractiva- le dijo riendo 
- bueno gracias por eso, me haces sonrojar, ¿qué haces en pijama? es viernes por la noche
- eso significa…
- que iremos a bailar y beber, iré por mis cosas al departamento y vuelvo por ti

El timbre sonó por segunda vez en la noche, Dominga abrió la puerta aún a medio vestir para  dar paso a Sara, le encantaba mostrarle su cuerpo, mostrar lo que podía tener si lo quería. No se consideraba una persona fácil, al contrario, sentía que faltaba esa entrega en su vida, por lo mismo tentaba a Sara, sabía que la estaba mirando mientras caminaba por el departamento y le encantaba, en Chile hubiese esperado a que ella diera el primer paso, pero ya no estaba en Chile.

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