lunes, 16 de octubre de 2017

Extranjera / Capítulo 6: ¿Trabajar?

Ya era tiempo de comenzar a buscar lo principal para sobrevivir: trabajo.
Los contactos de su familia le permitirían conseguir una mejor visa apenas consiguiera un trabajo en San Francisco, por lo que Domi no perdería un día más para buscar oportunidades. 
Dejó sus papeles en editoriales, revistas, diarios, medios de comunicación, cualquier cosa que le permitiera escribir… en español por el momento. Esto último lo hacía todo más difícil, así que también dejó sus papeles en empresas donde sería un apoyo en las labores, algo así como junior o la chica de las fotocopias o la que trae el café. Todo vale.
A pesar de tener un título universitario que le permitiría trabajar en cosas más grandes, por el momento solo quería tener un trabajo que le permitiera comunicarse, dominar mejor el idioma y no tener grandes responsabilidades, con el tiempo buscaría algo mejor, por supuesto cuando tenga la visa de trabajo en sus manos.
El trabajo en Chile tenía buena paga, por lo que acudir a sus padres no es una opción.

- ¿hola?- contestó con el manos libres mientras caminaba buscando lugares donde dejar sus datos
- Dominga- su voz inconfundible
- Antonia, te dije que no me contactaras- buscó su celular en el bolsillo para colgar 
- no cortes, deja esa inmadurez, pasó un mes y no hemos podido conversar
- no lo puedo creer…- encima de todo le decía inmadura, no dudó un segundo en cortar la llamada 

Al parecer Antonia no tiene intención de dejarme en paz, pensaba mientras entraba a una tienda de electrónica. Las llamadas eran caras, mantenía un número de celular poco común para su nuevo país de residencia y estaba pagando un plan que no lo valía. Sin mencionar que Antonia llamaría hasta aburrirse. Compró un chip, el que le recomendó la chica de la tienda y prometió que apenas entrara a su departamento lo instalaría.
Ya le quedaban pocos papeles en su carpeta, caminó unas cuadras donde el mapa le indicaba y entró a Bag Magazine, una revista dedicada a actualidad con gran enfoque en arte y cultura, una combinación que llenaba de ilusión a Dominga. Una empresa grande, había leído que se encontraba entre las más prometedoras revistas del año y que cada vez más artistas querían aparecer en ella. Los nervios desaparecían en momentos de buscar trabajo, fue bien entrenada para verse superior en entrevistas de trabajo, aunque a veces no lo sentía así.
- disculpa, ¿con quién debo hablar para dejar mis datos de trabajo?- le preguntó amable a la chica que estaba en recepción tras un computador
- hola- la miró con una expresión de bastante gracia, ¿dije algo mal?, ¿tendré algo en la cara?, mierda, respira no debe ser nada-  puedes dejarla en ese buzón o puedes hablar con nuestra supervisora, estoy segura que le agradarás
La miró un segundo algo confundida, ¿había entendido bien?, ¿hablar con una jefa? y ¿agradarle?, de todos modos no tengo nada que perder… y con este pensamiento le dijo a la chica que iría donde la supervisora.
- sígueme- salió la chica del escritorio y caminó por un pasillo largo, por los costados habían oficinas con diseños originales, personas trabajando en sus computadores, máquinas de café, sillones, era un lugar que proyectaba creatividad.
Sin darse cuenta estaba frente al escritorio de la supervisora, quien miraba expectante.
- Camila, ella es… Dominga- dijo mirando mi currículum que tenía en sus manos- viene a entregar unos papeles para pedir trabajo, estaba segura que me matarías si no la traía a saludar
Camila se veía poderosa e inteligente, entrecerró los ojos para mirar a la chica de recepción, extendió la mano para recibir los papeles con seriedad, leyó unas líneas y sonrió ampliamente, cambiando toda su atmósfera
- gracias Emma- respondió dándole paso a salir de la oficina, no sin antes cerrarle un ojo.
Dominga aún de pie esperaba que Camila iniciara el diálogo, sonrió al ver como leía concentrada los papeles, apenas terminó se sacó los lentes, se paró de su escritorio y caminó directo hacia donde estaba Domi, inmóvil. Se detuvo frente a ella, la miró fijo a los ojos, lo que le permitió ver que eran de estaturas similares.
- ¡aaaaaay por fin! ¡si! ¡si! ¡si!- exclamó casi saltando directo a los brazos de Domi- no lo puedo creer, ¡estoy tan feliz!- la apretaba con fuerza y la cabeza de Dominga simplemente hacía explosión, no tenía explicación, así que por inercia continuó con el abrazo, más opciones no habían, Camila a pesar de su delgadez, tenía mucha fuerza para liberarse sin pelear
Los brazos de Camila soltaron el cuerpo de Domi y esta última no pudo contener más su seriedad, tenía que reír, todo era tan raro que daba risa.
- Dominga, ¡estás contratada por el tiempo que quieras! ¡puedes comenzar a trabajar mañana mismo!, ¡ay! estoy tan emocionada que podría llorar, pero claro que no lo haré ahora, ¿qué impresión te llevarías de mi?, la loca de mi jefa, ¡da igual!, ¿aceptas?
El shock de la situación no había permitido se diera cuenta de que Camila estuvo hablando todo el tiempo en español, no cualquier español, era español chileno, uno rápido y bastante expresivo. 
- ¡claro que acepto!- dijo emocionada- pero no he dicho una palabra aún
- me encantaste, tienes un aura que- movió las manos en circular hacía arriba- me gusta. Además como te vistes, tu forma de pararte, ya vi lo que necesitaba ver y tus papeles dicen que estudiaste algo estupendo, trabajaste en algo que me encanta, se relaciona completamente con nuestra revista, ¿necesito algo más?, ¡sin mencionar que eres de Chile hueoncita!, llevo viviendo años acá y ya necesitaba alguien que me recuerde mis raíces
- infinitas gracias, llegué hace poco y nunca pensé que me traería tanta felicidad encontrarme con otra chilena- ambas se miraban embobadas con sonrisas de proporciones
- leí que aún no dominas el idioma- Domi movió su cabeza en afirmación- ¡no es problema! en poco tiempo serás una experta, dime ¿en qué quieres trabajar?
- en lo que sea, si necesitas a alguien que saque fotocopias o traiga el café, aceptaré encantada
- ni lo sueñes linda, escribes y tienes educación para mucho más, ¿viste? ¡hasta eres humilde!, me encantas, serás mi asistente, hace un tiempo que necesito a alguien que me ayude, te enseñaré el negocio, podrás escribir, serás mi sombra, no iré a ningún lugar sin ti y desde mañana en horario de trabajo no se hablará español, luego de eso, todo lo que queramos ¿cachai?
- perfectamente
- ahora pasa donde Emma, ella te dirá los papeles que necesitamos para hacer tu contrato, mañana quiero verte acá a las 9am 

Le extendió la mano y se despidió. 
Luego de recibir las indicaciones de donde sacar cada papel, salió del edificio y se encontró con una ciudad más hermosa que como la recordaba hace una hora. 

Quizás deba jugar la lotería.

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