sábado, 26 de agosto de 2017

Extranjera / Capítulo 5: Sara

No se sentía incómodo estar caminando junto a ella, la conversación era calmada, a veces graciosa, Domi intentaba decir correctamente las palabras, pero casi nunca funcionaba, a lo que Sara respondía con una sonrisa o una carcajada.

Llegando al café Sara caminó a una pequeña mesa para dos personas, apenas se sentaron llegó la camarera, Domi necesitaba cafeína y algo que le recordara a su país, por lo que pidió lo que para ella era habitual, pie de limón y un cortado grande.

- que bueno que hayas aceptado mi invitación- dijo Sara mientras esperaban sus ordenes
- si, bueno, no tengo muchos conocidos por el momento y pareces agradable- respondió Dominga dejando un mechón de su cabello tras su oreja 

- ¿agradable hm?- las actitudes de Sara daban a demostrar su personalidad, muy divertida y algo atrevida, una chica interesante a simple vista- ¿cómo sabes si no soy una vecina psicópata?
- no lo sé- dijo riendo Domi- ¿cómo no sabes si yo lo soy?- preguntó audaz 
- no sé, tu acento y forma de hablar me dicen que si eres psicópata, eres una principiante 
- puedo estar actuando…
- bueno, en ese caso, que miedo


Dominga le comentó sus planes en San Francisco y algunas cosas de su vida en Chile, Sara en cambio le contó a que se dedicaba, una simple estudiante, fueron sus palabras, pero no parecía simple estudiar los fines de semana y diseñadora durante la semana. Sólo era su vecina los fines de semana, ya que su trabajo no dejaba que permaneciera ahí todos los días.

Era evidente para ambas que había atracción, el gaydar es una herramienta potente y Sara lo dejaba en evidencia al expresarse. Su apariencia era la de una chica normal, de estatura media para su país, pelo castaño más bien corto, ojos claros y vestida perfectamente de negro, con un aire interesante y una conversación embriagante. 

Pasaron las horas y ya estaba oscureciendo, Domi no dejaba de pensar en lo atractiva que era Sara y en lo interesante que podía llegar a ser su vecina. 

Como le digo que tengo unas ganas enormes de llevarla a mi departamento, pensaba mientras pagaban la cuenta, sería algo apresurado, ambas somos mayores, pero no daré el primer paso tan rápido, sentenció antes de salir a la calle.

- ¿te parece si antes de volver vamos a caminar por la costanera?
- te sigo - respondió Domi intrigada
Luego de caminar un par de minutos por la costanera se detuvieron a mirar el agua, el reflejo de los focos de luz mostraban la calma que tenía.

- eres muy interesante Dominga de Chile - dijo de pronto Sara mirando a su derecha en dirección a los ojos de Domi
- gracias, estaba pensando lo mismo de ti Sara
Apenas escuchó esto, Domi sintió su estómago apretarse, al igual que una presión en sus pantalones. Sara tenía un belleza natural y su estilo la volvía más atractiva. No buscaba nada, pero a la mierda con la lentitud, tenía a una chica guapa e interesante frente a ella gritando por lo mismo que ella sentía en ese momento.

No pensó en nada y fue por lo que creía hacía falta en ese momento, algo que calmara esa presión en su cuerpo. Así que sólo se dio vuelta para quedar frente a su grandiosa vecina, tomó su cintura, acercándola rápidamente, sonrió al sentir las manos de Sara en su cuerpo, sus ojos fijos en los de ella, desafiantes e intrigantes, se acercaron y la besó.
Hacía tiempo no sentía tanta energía dando vueltas en su cuerpo, no reprimió lo que sentía en ese momento, no hacía falta ser recatada con ese beso, Sara lo deseaba tanto como ella.

- bueno, Dominga de Chile, me sorprendes gratamente
- lo mismo digo- respondió riendo y molestando a su cita
Caminaron hasta su edificio conversando de las cosas que gustaban hacer, Sara era una fanática de la música, cada que podía asistía a conciertos, gusta de pasar tiempo en su casa, dibujar y diseñar claro. 

En la puerta de su departamento se despidieron, Dominga la besó en la mejilla, pero Sara tomó su cuello y dirigió su boca a la de ella, la mano de Sara recorrió la espalda de Domi y las cosas se acaloraron para ambas. Abrió la puerta y entraron, dirigiéndose de inmediato a la habitación Dominga en el camino tiró la chaqueta de Sara al piso, ya en su cama Sara no demoró en sacar la blusa que llevaba puesta su acompañante, besando sus pechos una vez descubiertos, la presión en sus pantalones se hacía cada vez más fuerte, tener a Sara sobre ella no mejoraba las cosas. El primer gemido fue cuando Sara besó el cuello de Dominga, acercándose a su oreja para luego morderla.

- eres tan hermosa
No aguantaba más, Dominga sacó la polera que llevaba Sara y desabrocho su sujetador, dirigiéndose sin pudor a besar los pechos de su deseada vecina.

Su tono de voz grabe hizo un sonido exquisito al sentir la boca de Domi en su cuerpo y sin pensarlo Dominga ya estaba desabrochando el pantalón de Sara.

- espera- dijo rápido Sara
- ¿pasa algo?- preguntó Domi confundida y agitada
- no… sí, es muy rápido, no quiero que sea así, lo siento- dijo tomando su ropa y caminando hacia la puerta
- si hice algo mal…
- no Dominga, todo fue perfecto, ¿nos vemos el próximos fin de semana?- preguntó volviendo a su actitud interesante 
- claro- respondió Domi, aún confundida y bastante excitada
Con un beso corto se despidió Sara saliendo al pasillo, lanzó una sonrisa y cerro la puerta.
Ya sola en su departamento, Dominga se tiró en su cama tomándose la cabeza, no podía pensar, aún estaba agitada.


- mierda

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