martes, 22 de noviembre de 2016

Perdiendo la cabeza #33

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Los días comenzaron a pasar sin hacer nada fuera de lo común, Alice volvía agotada de las grabaciones y yo descansaba con ella cuando estábamos juntas en el departamento. Ya había transcurrido el mes de grabaciones y las maletas estaban listas para viajar a Estados Unidos. 

Me dijo que serían sólo dos semanas, pero podíamos quedarnos tres, me agradaba la ida, cuando pequeña fui a ese país, pero no es lo mismo viajar en compañía de Al, ya sabes, las cosas se alocan un poco cuando la tienes en tu país.
Llegamos a las 11 de la noche hora de EEUU, como era de costumbre habían cámaras que esperaban y las personas en el aeropuerto reconocían a algunos de los actores que iban en el vuelo, la mayoría llegaba en horarios y fechas diferentes. Hace varios días que mi agente de eventos me estaba llamando para volver a trabajar, pero no estoy lista, sólo quiero hacer nada.

Cuando llegamos al hotel saqué las cosas más necesarias de mi maleta, luego fui a la de Al para sacar un pijama que no había alcanzado en la mía. Cuando estaba buscando entre sus cosas vi una caja bastante misteriosa, probablemente tenía droga, pero ¿cómo no lo detectaron en el aeropuerto?. La abrí y era exacto lo que pensaba, pastillas dentro de cajas como si fueran medicamentos y al lado unas agujas nuevas, pensé un momento en que hacer, no sabía que Al estaba en esto, quizás no era de ella, nunca le he visto marcas en los brazos así que decidí preguntar

- bueno… era una sorpresa- dijo levantando las cejas y regalándome una sonrisa forzada
- lograste sorprenderme, ahora explica para que quieres esto
- es una droga que me regaló un amigo, se supone que las primera dosis no son adictivas y te producen unos efectos que wow, por eso quise traerla y probar juntas 
Medité un momento mirando sus hermosos ojos, no estaba bromeando, ¿inyectarme droga?, jamás estuvo en mis planes, aunque dice no es adictiva en sus primeras dosis… 
- ¿qué tipo de efectos?- pregunté
- alucinógenos, tranquila puedo hacerlo sola, no quiero que hagas algo que no quieres
- no es que no quiera, me da miedo que sea adictiva como el resto de mierdas que consumimos
- no, tranquila, tampoco quiero hacerme adicta a algo que me arruinaría, me aseguraron que sus primeras dosis no lo eran, por eso lo - traje para probar una vez y nunca más
- ok, me sumo- dije convencida, Alice tenía buenos contactos y confiaba en lo que decía  

Arregló las jeringas, me miró y como no sabíamos como reaccionaríamos cerramos todas las puertas y aseguramos cualquier cosa que nos pudiera producir daño. Cuando ya teníamos todo listo nos inyectamos justo en la vena que se ve en la flexión del brazo. No tardó en llegar el efecto, muchos colores nublaron mis ojos y la sensación de estar flotando mientras las paredes se movían me hicieron desaparecer del mundo.
Me fui a la mierda, nunca había sentido esa sensación, estaba sentada viendo mil figuras en frente, sentía un peso a mi lado, de seguro era Al. Fue una sensación inexplicable, mi pecho agitado no me dejó disfrutar como hubiese querido, pero fue una buena experiencia.

Al día siguiente fuimos a comer a un local reservado para las personas de la película, pero con Alice nos fuimos apenas terminamos de comer ya que nos fuimos a recorrer algunos lugares.
Tenía mi brazo morado, Alice más que yo, claramente no éramos enfermeras para capturar nuestras venas correctamente, pero sólo estaría así por unos días. Lo que debiese haber terminado como un día genial terminó como un día de mierda, una persona nos tomó una fotografía enfocando nuestros brazos y se imaginaran el revuelo que provocó. 
Alice estaba furiosa, de seguro hundiría a la persona que difundió esa imagen, la producción de la película le puso una advertencia y le dio la instrucción de, en pocas palabras, dejarme.
Le dijeron que no podía quedarme durante el periodo de grabación y estreno de la película en el set. No arruinarían todo por una imagen, no sé por qué ponían tanto alboroto en una noticia que era bastante recurrente en esos medios, de todas formas sentía que debía volver a Chile a arreglar unos asuntos y luego ir a casa, España.

Alice estaba a punto de un colapso, no quería dejarme ir, pero no tenía muchas opciones, de todas formas seguíamos siendo pareja y todo volvería a la normalidad cuando volviéramos a estar juntas en España.
Desde EEUU tomé un avión a Chile, a los dos días de difundida la imagen, miré un poco mis redes sociales y habían muchos comentarios de lo sucedido, nadie sabía bien que pasaría con mis conciertos y muchos de mis seguidores se preocuparon, dándome fuerza e información de como rehabilitarme. No sabía si reír o llorar.

Estando en Chile arrendé un departamento, ya que el mío estaba arrendado por otra persona, no planeaba quedarme mucho tiempo, por lo que pagué un mes, estaba aburrida de quedarme en hoteles y el departamento que encontré se ubicaba en un sector de Santiago bastante tranquilo, lo que más necesitaba ahora.
Dormí intermitentemente por dos días, los vuelos eran horribles para mi bienestar, mi agente me llamó y aparte de darme el sermón de mi vida, pudo concretar dos conciertos para la siguiente semana. 
Quedaban dos semanas para año nuevo y días para navidad, al parecer tendría que pasar festividades en casa o salir a algún lugar, ojalá Ale estuviera disponible, está con su familia de viaje de fin de año.

Adivinen quien no demoró en saber que había vuelto y quería hablar conmigo, era momento de bloquearla, ya estaba siendo muy molesta.

- Josefa deja de molestarme, estas actuando como loca, deja de preocuparte de mi vida, gracias.
Le envié eso como un mensaje instantáneo en Facebook, pero al momento contestó
- me preocupas, si necesitas ayuda aquí estoy
- no la necesito Jo, ¿entiendes?
- esta bien, ¿dónde estas?
- en mi cama
- ¿Chile?
- así es
- te parece si nos juntamos a conversar, esta vez será la última, si no me necesitas es algo que debemos conversar, ¿puedes?
- no estoy segura de que sea una buena idea
- la es, te dejaré tranquila, pero necesito que me lo digas a la cara
- no quiero salir de mi departamento por el momento, lo siento, cuando esté cerca del centro podemos vernos
- puedo ir a verte
- de verdad siento que no es una buena idea
- déjame ir, por lo que vivimos dame esa posibilidad
- rayos, de verdad estás loca… puedes venir que más da

Quedamos en que vendría al siguiente día ya que se encontraba en la ciudad haciendo papeleo. Apenas sentí el timbre de conserjería me levanté para contestar y a los minutos la tenía en la puerta.

- pasa- le dije dando un beso en la mejilla, moviéndome dando paso a su entrada
- ¿cómo estas?
- bien ¿y tu?
- bien
- bueno…- dije tratando de llenar el silencio- aquí estamos
- así es
- ¿quieres algo en especial de mi?
- sólo quiero saber por qué
- ¿qué cosa?
- ¿por qué te sigues dañando?, ¿qué pasó?, ¿fue mi culpa?
- fueron mis decisiones, no es culpa de nadie y no me hago daño, no lo hago con ese objetivo, ¿aún no entiendes?
- entonces ¿por qué lo haces?
- eres psicóloga y ¿no lo sabes?- le dije con sonrisa burlesca
- eres un caso bastante complicado si aún no te enteras
- lo hago porque me gustan las sensaciones, no pienso en nada cuando estoy drogada y eso es grandioso
- explícame qué es lo que no quieres pensar
- ¿estamos en una sesión? no tengo tiempo para esto Josefa
- sólo necesito que me contestes y te dejo en paz
- no sé, sólo pasó ¿entiendes?, llegó Al, me ofreció una vía de escape, la tomé y aquí estoy
- no entiendo esa vía de escape Vale, estas cumpliendo tus metas, haces lo que amas, ¿qué pasó?
- quizás sólo… demonios Jo, no quiero hacer esto
- ¿qué?
- esta situación, me recuerda el centro, me dan ganas de llorar y salir corriendo
- cuando lo digas todo estará mejor
- me aburres, ¿por qué sigues aquí? no entiendo, me dejaste, no creíste en mi y luego vienes y quieres ayudar, sacarme de la mierda en la que crees estoy
- mira desde fuera un poco, consumes drogas y ahora te inyectas, si vieras a una persona que estimas así ¿no harías nada?
- deja de hacer preguntas, esto no fue buena idea

Tomé la chaqueta que dejó en el colgador de la entrada, caminé hacia ella y estiré mi brazo en su dirección, era la señal de despedida, no quería tenerla en mi casa, en mi vida.

- necesito una respuesta y me voy

Blanqueé mis ojos lanzando un suspiro de paso, no se cansaba, tenía que salir siempre triunfante, no me importa responder su pregunta si es lo que quiere, si necesita psicoanalizarme para quedar tranquila le daré en el gusto, si quiere que llore lo haré, pero debemos terminar este asunto de una vez por todas, no puedo soportar más.

- sólo comprobé que la decepción que sentía hacia las personas sigue aquí, que al final terminan siendo las que de alguna forma se las arreglan para sacar la sonrisa de tu boca, entendí que no tengo que involucrarme hasta cierto punto, que las cosas son más fáciles sin aferrarse a algo o alguien, que tengo que disfrutar y si drogarme es disfrutar, lo haré, no me importan las consecuencias
- aunque las consecuencias sean dejar la música…
- por favor, hace muchos años que existen cantantes adictos a drogas más duras de las que consumo, no es impedimento, estoy disfrutando junto a Alice el día a día, no quiero pensar más allá de eso ahora
- te decepcionaste de las personas luego de no creer en ti 
- no es tu culpa Josefa, siempre he sentido eso, quizás por mi pasado, no lo sé, tu me conoces y eres especialista en estas cosas, deberías saberlo
- lo sé, fui el detonante
- si tu lo dices, pero el detonante pudo ser cualquiera
- aún siento cosas por ti Vale

Apenas pronunció esta frase la miré a los ojos, más brillantes que de costumbre, no podía responder que la amaba, todo este tiempo me ayudó a matar las mariposas de mi estómago, sacar de mi cabeza los momentos vividos cada vez que trataba de recordar, no niego que estuve dañada mucho tiempo luego que me dejó, pero pude salir de ahí, al igual que borré todo deseo de revivir las sensaciones que tuve al estar con ella. 
Es mejor así, ir ligera por la vida, sin aferrarse a alguien, en especial cuando no sabes amar, es mi realidad, sólo se mantener una relación, me es fácil leer a las personas, ser amada me hace sentir amarrada, sentir que no lo merezco, no soy yo con esos sentimientos… apenas comienzo a sentir algo más profundo lo arruino, lo desecho y aunque tenga la oportunidad de arreglarlo no lo hago… no quiero hacerlo, sólo necesito pasar caminando sin firmezas que me aten a un lugar, salir corriendo cuando quiera sin tener un dolor intenso al hacerlo. Es verdad, Josefa estaba cambiando eso, pero luego ya saben que pasó.

Sé por qué lo hago, claro, desde que papá murió, la persona que amé con mi vida, no puedo volver a sentir ese sentimiento sin que mi pecho se oprima, con el tiempo comencé a hacerlo de forma involuntaria, sentir sólo por unos momentos y al tener oportunidad de irme lo hago, sin dudar.
Me quedo cuando sé que no amo, es por eso que podría seguir con Al todo el tiempo que quisiera, no quiero jugar con sus sentimientos, aunque ella ha cambiado, está sintiendo más de lo que quisiera, no necesito más de lo que ya me da.
Puedo entregar todo lo que quieran de mi, menos amor, no puedo, quizás podía… el único amor real que no dejaré es la música, algo que sé jamás me abandonará si yo no lo hago.

- lo siento Jo, no quiero dañarte, menos ilusionarte con algo que no pasará - respondí mirando sus ojos, no quería herirla, pero mentirle sería peor
- sólo déjame… 

En unos segundos había invadido mi espacio, tenía sus manos en mi cabeza guiándome a sus labios. Desvié la mirada, pero sus manos me giraron y pude volver a sentir sus besos.
Esa sensación de mariposas volvió al mismo tiempo que mi cuerpo se estremeció, por inercia seguí su juego bajando mis manos a su cintura, el beso se volvía cada vez más fuerte hasta que por falta de aire debimos separarnos, pero bastó respirar hondo para seguir, al momento que levanté su blusa se detuvo.

- lo siento- dije al segundo
- no es tu culpa, yo también quiero estar contigo, pero no así
- no volverá a ser de otra forma Josefa
- odio cuando eres así- dijo lastimada, no esperaba llanto en esta conversación
- se lidiar con eso, las cosas cambiaron y simplemente así tiene que ser, no puedes esperar que luego de tanto tiempo todo siga igual
- perdón Vale, perdón por ser una completa estúpida y no creer en ti, te amo y deseo tanto o más, no puedo ver como te hundes con drogas, sólo quiero ayudarte, de verdad lo siento, no puedo perdonarme por ni siquiera haberte dado el beneficio de la duda, simplemente te mande a la mierda y está bien que tu lo hagas ahora, a pesar de todo puedo manejarlo, pero ¿tú?, te conozco más de lo que quisiera y las cosas no terminaran bien, déjame ayudar por favor
- Jo, no necesito ayuda, te perdono no te sigas atormentando, ahora debemos seguir por separado, es todo

Nuevamente invadió mi espacio, esta vez me miró a los ojos mientras apoyaba sus manos en mis hombros

- Siente mis manos, siempre voy a estar, no molestaré, pero cuando me necesites voy a estar, aunque te cueste creerlo aquí tienes a alguien que no te abandonará nunca más, soy real, me equivoco, pero trato de arreglarlo, que no se te olvide nunca, yo Josefa seré tu familia aunque no lo quieras

Y luego de eso me abrazó, tomó su chaqueta y se fue.
Está de más decir que quedé en blanco, muda por varios minutos sin saber que hacer, quería llorar y no sabía por qué, sólo llorar, es lo que la profesión de Josefa hace mejor… remover emocionalmente a las personas y hacerlas llorar. Pero no lo haré, no sin algo que me haga olvidar que lo hice.

Busqué mis pastillas, una bolsita de cocaína y la deje en la mesa. Pensé unos momentos en lo que había sucedido hace unos minutos, aún podía sentir el aroma de Josefa, probablemente si necesito ayuda, pero la pediré otro día.
Tomé un par de pastillas y las bebí con alcohol, la mezcla perfecta para días así, como aún no sentía efecto tomé un par de líneas de cocaína para acompañar y hacer que viniera más rápido el efecto.
Energía y rabia vinieron en seguida, sólo quería borrarme del mundo, pero seguía sintiendo rabia, no quería sentir nada, que Josefa y todas las personas salieran de mi mundo, no quería pensar y las drogas hasta el momento no estaban ayudando, recordé que Al me había regalado una dosis de esa inyección mágica que me hizo volver a Chile… sin pensarlo fui por ella y traté de apuntar a una vena de mi brazo izquierdo, ni rastro de el efecto de las pastillas, quizás ya era inmune. Apenas la sustancia entró a mis venas me fui a la mierda, las imágenes de mis paredes comenzaron a moverse y olvidé hasta que había pasado.
La sensación de euforia era extrema, mi corazón estaba a mil, la cocaína junto a este alucinógeno no me permitían dejar de mover los pies, a pesar de que me sentía en el aire mis pies eran como un constante tic nervioso. De pronto sentí que el piso a mis pies se caía, me afirme de lo primero que pude, con susto sentía que el corazón se me escaparía por la boca, cosa que claro no pasó. Sin embargo salí corriendo, el piso se caía cuando lo pisaba y debía correr para salvarme de no caer al abismo. Sentí muchos ruidos de autos a mi alrededor, se sentían amplificados, mi cabeza iba a explotar, pero el piso seguía cayendo y yo no me iría con el, así que corrí, estaba en una película de ficción, hasta lo comencé a disfrutar. Cuando sentí que podía escapar de esta locura sentí un golpe y un sonido fuerte desde mi espalda, escuché cada centímetro de hueso quebrado en mi cuerpo mientras volaba, al llegar al suelo este ya no se caía, un pensamiento fugaz me dio una idea de lo que había pasado, sin embargo no podía moverme, sentí voces, gente gritando, yo sólo me sentía tranquila luego de tal euforia, seguía viendo muchos colores y formas, hasta que un sueño extremo me inundó, de a poco fui cerrando los ojos, jamás había sentido tanta tranquilidad, papá vino a mis pensamientos, me sentía cerca de el… en ese momento supe que por fin volveríamos a estar juntos, por fin pararía todo este drama.

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