Perdiendo la cabeza #20

Me perdía en los árboles que rodeaban la carretera, a ratos cerraba los ojos y las sombras de estos gigantes verdes seguían ahí, haciéndome imaginar sus hojas moviéndose con el viento, no quería pensar en nada más que árboles. 

A mi lado Venus, raja, había dormido por tres horas seguidas sin despertar, delante nuestro T y Pam chicas de la banda, y en primera fila Alicia y su novio, ambos guiando el volante. Era un transporte espacioso, los instrumentos no debían dañarse, de vez en cuando Pam me preguntaba con voz amable si necesitaba algo, si estaba mareada o si quería hablar, la respuesta las primeras veces fueron ‘estoy bien’, luego de que Venus no despertara decidí
comenzar a conversar con ellas.

Eran chicas muy simpáticas, probablemente independientes hace mucho tiempo, comenzamos a ordenar algo de mercadería que venderíamos en los conciertos, Venus tenía razón en que faltaban manos. Les agradecí por dejarme ir con ellas a lo que respondieron que no me preocupara, todas pasamos por algo así en la vida, era el momento de disfrutar, de descubrirme, de saber hacía donde quiero ir, ya que por el momento, sólo me estaba dejando llevar.

Beber era algo tan habitual como fumar, me iba a la mierda, no una mierda mala, si no que a mi mierda, mierda bacán. Ni yo me entiendo, así que no intentes entender eso. Preocuparme por entender todo sólo me hacía volver a ser la estúpida que era, ahora sólo quedaba disfrutar y conocer.

Llegamos a nuestra primera tocata aún en Chile, sería un viaje largo, cambiando de auto y comprando pasajes en avión, todo estaba planeado y tenían un fondo de ahorros para todo, me sentía mal por gastar dinero que no me había ganado, pero Venus insistió que con mi ayuda durante la gira pagaría todo y si no era yo quien los acompañaba sería alguien más, fue una ayuda mutua.

- Somos una banda emergente, pero créeme cuando te digo que triunfaremos, esto es lo que nos une y nos hace felices, no buscamos ser famosos, sólo hacer lo que nos gusta- eran una de las muchas frases de motivación que decían a diario, el ambiente más rico que pude haber encontrado en este momento de mi vida.

Las cosas pasan y por algo, no lo digo para conformarme, lo digo porque así es.

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Fueron largos meses de viajes de carretera, aire, incluso mar, sumado al duro trabajo en tocatas y conciertos, estábamos a unos días de viajar a México, habíamos juntado el dinero suficiente para hacer muchos proyectos y de alguna forma, sabía que los haríamos y que triunfaríamos. 

Venus todos los días me enseñaba algo nuevo de la música y con el paso de los días me hacía más buena escribiendo y componiendo, ella es simplemente el complemento que necesitaba para llegar a confiar en lo que soy capaz.

- Podrías tocar un día en algún show- dijo en un almuerzo

- ¡si! - gritó Pam haciéndonos mirar el trozo algo vegano en su boca, masticó un poco y agregó- por favor Vale, tienes que sentir esa sensación, tienes talento

- no creo que sea una buena idea- respondí

- ¿qué es lo peor que puede pasar?- dijo Venus

- ¿equivocarte y cambiar el acorde y seguir?- continuó Pam- nada que una linda sonrisa no pueda arreglar, te amaran, aparte eres mina y la gente se siente bien con lo que ve

- hey- dijo Venus

- tranquilas chicas, alcanzo para todas- dije riendo

Estaba mucho más delgada, prácticamente en mi peso, pero mi hígado probablemente no estaba muy sano, en el centro había hecho habitual el hacer deporte y comer mis raciones, no era difícil seguir con ese ritmo, ya estábamos a finales de Julio, llamaba a Cristina de vez en cuando para decirle que estaba bien, después de todo mamá había dado lo que más pudo por mi, pero es simple, necesitaba vivir mi vida, no la que ella me había planeado.

- saben, acepto, tocaré una canción en la siguiente tocata

y apenas lo dije, todos expresaron su felicidad con la noticia, éramos un equipo, sin envidia, si uno caía todos lo ayudábamos, que podía perder, sólo ganar, todo suma.

Venus y yo seguíamos teniendo una relación, sin celos ni ataduras, compañeras en una de las mejores etapas de mi vida, debo decir que la experiencia que me sigue dando es de agradecer por el resto de mis días.

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Ahí estaba, temblando, atrás del escenario, escuchando la canción anterior a la mía.

- toma- me dijo uno de los guardias- dijo Venus que te lo diera antes de subir

Un vaso de alcohol, con una nota pegada que decía: ‘hazlo a lo grande, cómo una grande, pero no te acostumbres a estos regalos, recuerda por qué murió Amy Winehouse, sólo disfruta’

El alcohol me dio valor, me presentaron y subí, la gente me observaba y yo sólo miraba a Venus para que me diera la partida… pasó tan rápido y con tantas sensaciones que sólo una idea quedó en mi cabeza… tengo que hacerlo de nuevo.

Una sensación de mierda tan rica que podría hacerlo todos los días de mi vida para sentirla. Esto era yo y ahora que lo había descubierto jamás volvería atrás, jamás.

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La gira en México había sido un éxito, tanto que hasta teníamos personas que nos patrocinaban, los chicos ya pensaban en sacar su disco y yo seguía escribiendo y presentándome como telonera de la banda, hasta que un día sucedió, un productor quería hacer un proyecto conmigo, no dude un segundo en decir que si, aunque antes debería haber leído algo. Tuve suerte y era una colaboración con una artista reconocida del país en su nuevo disco. 

De ahí en adelante todo fue en subida, los chicos de la banda tenían éxito y cada vez más dinero, tanto así que comenzaron a salir en los medios de comunicación y la gente pagaba más del triple de lo que valían las entradas a conciertos. Venus me adoraba, no podía creer todo lo que nos pasaba, lo que me pasaba, sabía de mi talento, pero ninguna pensamos que sería todo tan rápido.

Estábamos en nuestro mejor momento, nos habían descubierto y con ayuda de nuestras productoras nos fuimos a España a grabar nuestros discos, fueron más meses de duro trabajo y aprendizajes que claramente valieron la pena. Ya estábamos a fin de año, esperando con emoción el siguiente, juntos, cumpliendo nuestros sueños, siendo felices, todo era irreal, pero cuando lo pensabas te dabas cuenta que era lo más real del mundo, el descubrirse, seguir tus sueños y ser feliz haciendo lo que haces, de alguna manera u otra te dirige al éxito, tarde o temprano lo íbamos a lograr, que bueno que fue temprano.

Luego de tanto trabajo y con nuestros discos en las manos, comenzó la tarea de promocionarlos y hacernos conocidos en otras partes del mundo, comenzando por subir nuestro material a plataformas digitales, estar en medios como radio y prensa.

Era momento de volver a Chile, a las raíces y mostrar los frutos que pudimos lograr, que muchos podrían lograr en un país con tanto talento, pero que aún no valora tanto lo nacional, en nuestro caso debimos salir para lograr algo.

- ¿Estas lista para volver?- me preguntó Venus- seguramente luego de un tiempo las cosas nos serán iguales

- si lo estoy

- te encontraras con tu familia, amigos, tu pasado

- estoy tan bien en mi presente que no creo nada de eso me afecte

- tampoco creo que te conozcan 

- ¿por qué lo dices?

- nena, estas demasiado delgada en comparación a cuando empezamos la gira

- babe, tranquila, todo saldrá bien, de todas formas siempre podemos volver a México donde nos aman- dije riendo

Eramos conocidos en México, eso me hacía sentir querida y apoyada, no estaba sola. Era un camino duro el hacerse conocido y además que les gustara tu música, ya llevábamos un año en esto y estábamos seguros que quedaban demasiados más para triunfar en otros países.

Subimos al avión y luego de horas de viaje aterrizamos en Santiago de Chile, nadie nos esperaba, a ninguno, pero de todas formas estábamos demasiado felices para darle importancia. 

Lo primero que debía hacer era averiguar sobre Loreto, fue un año y probablemente debe pensar que me olvide de ella.

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No era necesario pensar en mamá, ella estaba bien, hablaba con ella de vez en cuando. Compré el celular más barato con internet que pude encontrar, en la primera tienda de electrónica que vi, busque el nombre del centro en Google y pillé lo que estaba encontrando. Marqué y esperé.

- Buenas tardes, centro bla bla bla - esperé que dijera lo adecuado y luego hablé

- hola, hablas con Valentina, la Valentina que se escapó del centro, me gustaría saber si una de las pacientes del centro se encuentra

- oh, lo siento, no podemos dar esa información- era obvio

- ok, ¿puedo hablar con Josefa?

- espera en línea, veré si esta ocupada

- gracias

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Ordenando mil papeles y viendo los casos difíciles, completamente fuera de control, no entendía por qué tanto desorden. Un problema tras otro esperando ser solucionado por mi, a veces sólo quiero un escape, pero me encanta ayudar a estas personas. 

En el momento más complicado del día, la nueva secretaria abre la puerta sin golpear, la fusilo con la mirada sin querer

- Oh, lo siento, siempre olvido tocar- dijo muy apenada- tiene una llamada en espera

- no te preocupes ya aprenderás- dije controlando mi respiración- no tengo tiempo para llamadas, ¿es muy importante? ¿alguien de la directiva del centro?

- no, nadie de la directiva

- entonces dile que llame más tarde

- correcto 

Le falta tanto por aprender a esta chica

- espera, tienes que decirme quien llama

- Valentina, no me dijo su apellido, sólo me dijo ‘la Valentina que se escapó del centro’

Al escuchar esa frase que claramente venía de ella, me paré del escritorio

- transfiere la llamada enseguida 

Había pasado prácticamente un año desde la última vez que la vi, sin embargo cada que llegaba una chica algo rebelde, pensaba en ella y era inevitable sonreír o sufrir.

Fueron muchas cosas las que no pudimos terminar con la terapia, sabia que había dejado sus estudios, que se había ido de casa sin nada y últimamente que había grabado un disco, pero detalles… nada.

Tomé el teléfono y esperé

- ¿hola?- escuché al otro lado de la línea, su voz idéntica a los días de terapias 

- Valentina, mucho tiempo sin saber de ti, ¿cómo estas?

- hola Jo, bien gracias- jamás preguntaba como estaba el otro, seguía siendo ella- sabes… necesito un favor

- ¿estas bien?

- si, siempre tan preocupada…- se escuchó un suspiro- ehm mira, quería saber sobre Loreto, sé que no puedes hablarme de ella ahora que no estoy allá, pero necesito saber cómo está y si sigue ahí

- oh, bueno, Loreto sigue aquí lamentablemente

- pero como, si ya estaba mejor, ya es tiempo de que viva su vida y salga

- lo mismo pienso, de hecho estuvo un tiempo afuera, pero tuvo una recaída y sus padres la dejaron acá nuevamente

- malditos, no pueden cuidar a su hija

- …- pensaba lo mismo, pero no podía decirlo, después de todo era la cara visible del centro

- ehm… ¿puedo ir a verla?- no podía, estaba prohibido

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- ehm…¿puedo ir a verla?

- …

- acabo de llegar a Chile y eres a la primera persona que llamo, me interesa mucho y bueno… soy su amiga, estoy segura necesita levantar su animo

- puedes venir, pero debes decir que es por un tratamiento psicológico, haré los papeles, sabes que esta prohibido vengan visitas diferentes a familiares

- ¿harás eso por mi? después de todo lo que te hice pasar…

- lo hago por ambas, Loreto estará feliz, pero tendrás que pasar unas horas en sesiones falsas conmigo para que no se hagan problemas

- puedo soportarlo- dije riendo, después de todo pasé un verano hablando con ella todos los días.

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Fui a saludar a mamá luego de un año, estaba bien, aclaramos algunas cosas y lloramos, nos debíamos un abrazo. Papá, mamá y yo seguíamos en las paredes del living, felices. Lleve a Venus para presentársela a Cristina. Jamás le hable de mis parejas o mis preferencias, pero sabía que ella lo sabía, si no hubiese sido una pésima madre.

La miró y saludó agregando un ‘prefiero que seas lesbiana a drogadicta o adicta a la comida’, nos reímos juntas luego de ese comentario tan des-ubicado, y luego junto a Venus nos fuimos. Su departamento anterior ya lo había ocupado otra persona, pero ahora teníamos los medios como para tener algo más acogedor y amplio.

Pasamos un año viviendo juntas, era de esperar que acá siguiéramos así. Conseguimos un departamento en el centro de la ciudad, cerca de todo. Podíamos ver la cuadra llena de comida rápida y bares de las cuadras siguientes, era perfecto. Para Venus la comida, para mi la bebida.

Comenzamos a planificar las promociones de los discos y las tocatas, nuestro productor era un maestro. Luego de nuestras primera tocatas y el éxito que tuvieron, comenzamos a sacar conciertos en otras ciudades de Chile, ya no tocábamos siempre juntos, a veces querían la banda, a veces sólo a mi. Siempre que no chocaban nuestros eventos nos acompañábamos de todas maneras con Venus. Había pasado un tiempo desde la llamada al centro y de Josefa ninguna señal. En un concierto de aniversario fui a tocar cerca del centro y sin dudarlo me dirigí hacía el.

- hola- dije a la secretaria- necesito hablar con Josefa- dije haciéndome la interesante

- ¿tiene cita?

- no la necesito, estará feliz de verme

- lo siento pero no puedo dejarla pasar

- no quiero que lo hagas, sólo necesito que la llames

Me miró algo complicada, marcó un número y dijo viniera a recepción, no sabía si llamaba a los guardias o a Josefa, pero a los minutos apareció esta ultima.

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- lo siento, necesito que venga a recepción, tengo un problema acá - dijo complicada la secretaria, tenía tiempo, por lo que fui enseguida a su auxilio

Apenas abro la puerta de recepción veo una cara cambiada y conocida mirando los nuevos cuadros de las paredes, su pelo desinflado idéntico al del primer día que la vi y sus típicas ropas cómodas. Era increíble lo mucho que había cambiado físicamente, al igual de increíble lo que activó en mi, muchos nervios y vellos erizados. 

- Valentina- dije apenas pude, con esta palabra ella se voltea con una sonrisa satisfecha en mi dirección 

- Josefa, que bueno que te encuentro- dice mientras se acerca a saludar con un beso en la mejilla

- ¿cómo estas? te ves bien

- bien, he escuchado mucho eso desde que llegué

- pues es cierto- sabía a lo que venía, no podíamos hablar en ese lugar por lo que la invite a pasar a mi oficina. Le ofrecí un café, cosa que claro no aceptó, odiaba toda bebida caliente

- y… ¿puedo verla?

- estoy tramitando tu ingreso para ayuda psicológica así podrías venir hasta 4 veces al mes para verla

- pero puedo verla ahora

- se me hace complicado

Me rogó tanto que acepté, no podía negárselo tampoco. Fui a buscar a Loreto a su cuarto, le dije que debía ser un secreto y la llevé a mi oficina. Al ver a su amiga corrió a abrazarla, lloró un poco y claro, le dijo lo cambiada que estaba. Valentina le contó de su viaje a México, España y otros lugares que ya conocía, pero no haciendo lo que amaba, le regaló su disco y le dijo que siempre sería su amiga, que nada cambiaría eso.

También hablaron de los problemas de Loreto, Valentina le pidió por favor que fuera fuerte y que tratara de no recaer, que ella fue fuerte y logró llegar a su peso ideal, que aún tenía muchas batallas por luchar, pero que de eso se trataba la vida, después de todo sin esas duras batallas no se habrían conocido.

Fue un momento hermoso, pero Valentina debía irse, tenía vuelo en la noche y ya estaba oscureciendo.

- Gracias Josefa- me dijo feliz- espero todo salga bien para poder volver

Por supuesto que saldría bien, con todo lo que hizo reaccionar en mi no la dejaría ir tan fácil, de algo siempre he estado segura, jamás me negaré amar.

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Los conciertos comenzaron a ser más seguidos, no teníamos demasiado tiempo, las personas nos comenzaron a conocer y hasta fan club teníamos. 

Con todo esto de las redes sociales, era mucho más fácil que las personas que nos seguían supieran de nosotros, tanto de la banda de Venus como de mi. 

En uno de nuestras fiestas con Venus, las cuales dábamos a menudo, comienza a reír tanto que nos reímos con ella sin saber por qué.

- ¿qué pasa? - dije luego de parar de reír

- ven a ver esto 

Me toma de la cintura y me sienta en sus piernas, en las plataformas de Twitter la cuenta de mi fan club había subido una foto donde salíamos Venus y yo besándonos, era un link, donde otra plataforma de música había escrito un artículo anónimo, los comentarios decían cosas como ‘que genial, linda pareja’ o cosas del estilo ‘es su vida, no pueden ventilarla así como así’o simplemente 'que horrible'.

Al principio quedé pálida, luego miré a Venus riendo y daba igual, total jamás quise esconderme, sí, es mi vida privada, pero si esto ayudaba a crear una sociedad más inclusiva, por mi… bien.

Luego de que se fueran los invitados Venus seguía cariñosa, me dijo al oído

- que tal si celebramos nuestra salida del clóset

- nena, estas ebria, ya salimos del clóset hace años

- igual debemos celebrarlo- dijo besando mi cuello, esta mujer era una experta en la cama.

Me tomó de la cintura y me dirigió a la cama. Comenzó besando mi cuello, sacó mi polera rápidamente, seguida por el peto que llevaba abajo a falta de sostén, los besó, provocando un gemido involuntario. Lo demás lo dejo a la imaginación, fue una larga noche.

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Con el tiempo fui aprendiendo a controlar más el alcohol, me di cuenta que no era normal beber toda una noche y al despertar beber nuevamente para salir del dolor de cabeza. Los conciertos eran cada vez con más gente, habían pasado seis meses desde que volvimos y ya nos estaban pidiendo volver a salir del país, pero no podíamos hasta fin de año, ya que la agenda estaba completa.

Rápidamente me hice conocida en la comunidad LGTB, redes sociales… al igual que la banda de Venus. Mi chica comenzó a tornarse algo diva, en la cama una diosa, pero no soportaba el hecho de que coqueteara con fans siendo que estaba conmigo, de algo estaba segura y era que en algún momento todo se acaba, pero no por eso permitiría que me salieran cuernos.

Un día luego de una noche de concierto y fiesta desperté enferma, Venus no había parado en toda la noche, seguía ebria y con ganas de entrar a la cama, no precisamente a dormir.

- no quiero Venus, no así

- vamos linda, sabes que lo disfrutas - maldito olor a alcohol con hierba, que ganas de vomitar

- sal voy a vomitar

- a ver…- salió de la cama y fue a buscar un vaso- toma- me dijo

- ¿qué es?

- remedio

- huele a vodka

- si, si, es vodka, pero también es remedio- ¿en qué mundo estaba mi pareja?

- nena, acuéstate y duerme 

- yo me lo bebo, ahora ven que quiero que seas mía ahora - apenas dijo eso me destapó y toco mis pechos, por la mierda Venus, como no se da cuenta que realmente estoy enferma

- te pasas, cuando estés sobria búscame, voy a comprar remedios

- ándate- dijo gritando- serás buena en la cama, pero puedo tener a la chica que quiera cuando quiera

- pff- no sacaba nada con alegar, estaba hecha bolsa.

Me vestí con lo que pude y fui a la farmacia más cercana. Luego me fui a uno de los hoteles con los que tenía convenio mi productor a pasar el día. En la noche de vuelta en casa me esperaba Venus, avergonzada y complicada.

- hola- dije dejando las llaves en la mesita de entrada

- hola, ¿estas mejor?

- si ¿y tu?

- igual, discúlpame por lo de la mañana, sabes que estaba ebria

- babe, creo que tienes un lío con el alcohol, no está mal beber sabes que lo hago casi a diario, pero llegar a extremos si…

- me estoy acostando con otra chica- dijo sin dejarme terminar mi idea.

Acostándose con otra, luego de tanto.

- pero te amo- dijo poniendo el broche de oro a su declaración

Desde lo que pasó en mi primera relación, juré nunca enamorarme a tal extremo, quería a Venus, podría decirse que la amaba, pero no en extremo, me dolía mucho lo que decía, pero podía seguir sin ella. Jamás aceptaría una traición, no andaría con los cuernos como si nada luego de saber que me engañaba, en algún momento alguien más se enteraría y sería la eterna gorreada.

- perfecto, ya lo dijiste todo, gracias por todas las oportunidades que le diste a mi vida, pero aquí y ahora se acaba nuestra relación- no creo en la amistad entre ex parejas pero igual le dije que podíamos seguir comunicándonos, después de todo gracias a ella salí del país, de mi pasado en el momento más decisivo de mi vida.

Lloró y pataleó, me llamo y envió mensajes por al menos dos meses luego de irme del departamento que compartíamos, pero no volvería. Aún seguíamos teniendo los mismos amigos y algunas veces tuve que telonear los conciertos de su banda, pero todo siempre profesional.

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Me enteré por redes sociales que Vale con Venus ya no eran pareja, un camino despejado para poder intentarlo, Valentina me encantaba, todas las mañanas despertaba pensando en que lugar del país estaba y cuando vendría a ver a Loreto.

Estábamos en el último trimestre del año y ocuparía todos los medios para conquistarla antes de que vuelva a México, porque claro, todo esto lo sabía leyendo sus fan pages, todas las jóvenes del país querían estar con ella, lo que claro me hacía arder en celos.

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Pasó un tiempo de la última vez que Valentina estuvo acá y ya no podía esperar más, avisó que venía hoy y por supuesto que era el momento para decirle todo. Era su psicóloga, no estoy haciendo nada malo, sólo expresando mis sentimientos.

- tengo que decirte algo- dije luego de una pequeña conversación sobre Loreto y sus planes

- dime- dijo despreocupada, con algo de ojeras, probablemente cansada de tanto trabajo, delgada, con una pierna cruzada y polera ancha estampada con una frase de sus canciones

- me gustas- dije sin tartamudear- y mucho

- ehh Jo, es broma ¿cierto?

- para nada, nunca había dicho algo tan serio, en el momento que te fuiste me di cuenta, había pasado tanto tiempo contigo que no lo tomaba en serio, pero desde el primer día tu intriga me cautivo

- ok… creo que es momento de irme

- pero, ¿por qué?

- Josefa no, ósea no sé, no sé que decirte 

- no me tienes que decir mucho, haré todo lo que esté a mi alcance, ¿quieres ir a cenar hoy en la noche?- lo pensó un poco y luego dijo

- creo que si

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- no me tienes que decir mucho, haré todo lo que esté a mi alcance, ¿quieres ir a cenar hoy en la noche?- Josefa, mi psicóloga, enamorada de mi, desde cuando, ¿cómo no me di cuenta?, fue la primera chica que me interesó al momento de llegar a este lugar, pero luego de su engaño se me fueron todas las ganas, ir a cenar con ella… en el fondo claro que quería

- creo que si- dije con un pequeña sonrisa 

Estaría por ese día solamente en la región, pero no tenía conciertos hasta la otra semana, recién era Martes por la tarde, podía quedarme, algo de vacaciones no estaría mal y así de paso ver que tiene preparado para mi Josefa.

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Josefa se vistió con un hermoso vestido al cuerpo, nada muy formal, yo por mi parte igual que siempre, mi cabello desinflado, jeans, polera unisex y converse.

Pidió algo para comer y luego lo pedí yo. También pedí una botella de vino que claro, al momento que lo hice Josefa me miró con cara de ‘pobre de ti que te excedas’, pero luego me acompaño a brindar por esta oportunidad.

No me importaba el pasado de Josefa, ella ya conocía todo el mío, me interesaba saber cuales eran sus sueños y ambiciones, apenas tenía 28 años y yo 22, en los cuales los últimos dos los había pasado soñando, pero ella… ¿que quería ella?.

- es extraño estar cenando juntas- dijo sonriente

- imagínate para mi

- es algo que tenía que hacer, me gustas y no lo puedo negar

- hum bueno- dije tosiendo un poco- eres bastante directa, no recordaba esta faceta tuya

- sólo conoces mi lado profesional Vale- dijo sonriendo

- y eres bastante buena en ese- me había ayudado mucho, en especial con el tema de papá

- gracias, tu también eres buena en lo que haces

- ¿ah si?

- si, escuché tus canciones en internet

- que bien, pero es mejor que compres el disco, así te puedo invitar una botella más de vino

- con lo que he bebido esta bien, mañana tengo trabajo

- mañana no tengo nada que hacer- dije riendo

Conversamos toda la cena acerca de nuestras ambiciones y sueños, Josefa era interesante no lo podía negar, me gustaba su sonrisa, me gustaba su cuerpo y su inteligencia, me gustaba, pero quizás no de la forma adecuada, la deseaba.

- ¿quieres acompañarme al hotel? - dije insinuante, Josefa rió y dijo

- me agrada esa invitación, es una señal de que por lo menos te gusto físicamente, pero no quiero ser un juego, quiero algo serio

- como quieras- le dije cerrando un ojo

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Me moría por entrar a la cama con ella, de unir nuestros cuerpos y demostrarle mi amor, pero es joven y aún no madura lo suficiente como para relacionar negativamente una relación seria a sexo en la primera cita.

Se quedó todos los días que quedaban de la semana, me dejo invitada a ir a sus conciertos y yo la invite a pasar más tiempo conmigo. Me dio su nuevo numero de celular, dijo que el anterior se le había perdido, que ahora como no andaba preocupada por la tecnología le pasaba seguido. Era una persona relajada, ya sin tanto peso en los hombros, todo lo había botado el día que se fue del país.

Mientras la iba a dejar al aeropuerto en mi auto suena en la radio una de sus canciones, ya era normal que saliera en las señales de radios nacionales, me miró y sonrió. Era feliz con lo que hacía. Apenas bajamos del estacionamiento tomó su mochila y me miró en señal de que la acompañara dentro.

Cuando ya llamaban a embarcarse a los pasajeros de su avión, se acerca una chica bastante guapa, joven, envidiablemente linda hacía nosotras

- Hola- dijo emocionada- Vale ¿puedo sacarme una foto contigo?- le preguntó

- claro, no hay problema- dijo feliz Valentina

La chica de unos 20 años la tomo de la cintura y le dijo a su amigo que les sacara la foto, luego de eso la abrazó y le proclamó amor a sus canciones, le paso un papel y dijo algo así como ‘ay, es que te adoro’.

Valentina riendo me miró y dijo

- si supiera que hace un año y medio era el triple de lo que soy ahora y estaba sumergida en la mierda

- si, pero igual eras linda- dije tratando de disimular los celos que habían aflorado, hace mucho tiempo no sentía celos, menos en público

- hey, ¿estas celosa?- preguntó con su encantadora sonrisa buscando mis ojos

- algo, lo siento no estoy acostumbrada a esto, hace mucho que no sentía algo así, además, mira- dije apuntando con mi odiosa vista hacía la rubia que hace unos momentos estaba en frente de nosotras- no te deja de mirar, ni siquiera disimula

- wow, creo que en este momento me siento más madura que tu- dijo sacándose los lentes de sol viendo claramente mi enojo con esta ultima frase- además, no me gustan menores que yo

- mejor me voy antes de que me enoje, por lo menos tengo un punto a favor con la edad- dije tranquila

- mejor ven- dijo tomándome de la cintura, sentir sus manos en mi cuerpo me hicieron tener escalofríos, una sensación que recorrió todo mi cuerpo en un segundo- me agrada que te hagas de rogar- me dijo al oído acercándose a mi boca, traté de correr la cara, estábamos en un lugar público y no acostumbraba a esto, pero con una mano tomo mi mejilla y la volvió directo a sus labios. Esos labios que hicieron perderme en su mundo, un tierno beso que terminó con una mordida en mi boca. La miré y sonrió triunfante, arqueé una ceja y ahora yo la tomé de la cintura pero seguido de un beso que dio paso a que nuestras lenguas jugaran un rato. Luego de su espalda con una mano bajé a su trasero, que daba justo a la dirección de la chica, agregando

- mucho mejor- dije cerrando un ojo y dando paso a caminar a mi auto.