domingo, 24 de enero de 2016

Perdiendo la cabeza #19

¿Qué hacía ahí?, ¿por qué debía volver a casa siendo que esto no es lo que me hace feliz?… pensamientos que pasaban fugaces mientras miraba que no había cambiado nada, al contrario mío.

- te ves bien- me dijo al ver que no respondía
- gracias, tu te ves igual
- pasa

Ya en casa nos sentamos para conversar, mi habitación y mi cama era lo que más extrañaba y, esto, me daba rabia, cómo era posible que lo que más extrañara luego de meses fuera de casa, fueran cosas materiales. Amo a mamá, pero ¿por qué no la extrañé?.

-no quiero ir con indirectas, lo que hiciste es lo último de tus ‘
puedo hacerlo todo y no me importa nada’, sé que los estudios son importantes, muy importantes en tu vida, pero si no maduras no servirán de nada… de ahora en adelante tu te costearás todo, eres mayor de edad, sabes lo que es bueno y malo, ya es hora de que comiences a independizarte- me dijo junto a un monologo de varios minutos que no recuerdo, ya que con estas primeras palabras no hacía falta escuchar más, estaba en blanco, quieta, en casa, en un mundo que no parecía el mío, saliendo de mi zona de confort, siendo otra en otra vida.
-ok

Fue lo único que pude decir y en ese momento no sabía por qué, pero ahora entiendo que mi vida pedía a gritos independencia, pedía a gritos volver a soñar y ser lo que quiera, sin miedo a caerme, porque si tocaba suelo, no debía dar las gracias por alguien que me parara.
Luego de esa conversación fui a mi habitación, la habitación de casa de Cristina, que desde ese día ya no sería la mía. 

Quería ser independiente, era lo que más deseaba y no lo supe hasta ese momento, ser independiente me daría la fuerza y alas para volar. 
A la mierda lo convencional, a la mierda todos los años exitosos de universidad, todos años de mierda desperdiciados, jamás me vi en una oficina trabajando para alguien más. Esta era la única oportunidad que tenía para hacer esto y si no lo hacía probablemente me arrepentiría toda la vida… ¿qué es lo peor que puede pasar? ¿fracasar y volver a una vida convencional?, ósea volver al punto inicial.

Tome toda mi ropa interior, una tenida de invierno y una de verano, mis documentos ya estaban en la mochila, no hacía falta más que la cuenta de ahorro que papá me había heredado, quizás la necesitaría en algún momento, sólo en caso de emergencia. Al tener todo listo me fui, nuevamente, pero ahora sin un rumbo fijo, no sabía a donde dirigirme, pero estaba decidida de no volver hasta intentar sentir esa felicidad que sentí al decir ‘ok’. Sentí abrirse un horizonte.

Subí a una micro y llegué al centro de la ciudad, me senté en el banco de una plaza con mi mochila al lado, nada daba sospechas a que fuera de viaje, era sólo la mochila de clases. 
Quería dejar todo lo antiguo atrás, si iba a botar todos estos años, tenía que hacerlo bien, aparte de la ropa sólo tenía el celular más costoso que Cristina pudo regalarme para hacerme feliz, sabe que amo la tecnología, lo mire, marque el número de Venus, sonó un par de veces y pude escucharla 

- llamaste- dijo a cambio de un hola
- si, ¿tienes tiempo?
- depende para que
- para juntarte conmigo
- ¿cuando?
- ahora
- ¿dónde?
- la plaza cerca de la catedral en el centro
- estoy cerca, voy

La llamé porque era la única que no conocía mi pasado, lo único fresco hasta el momento. No quería pensar en lo que estaría pensando papá, pero sabía que el ayudó a que Venus contestara y viniera por mi, después de todo fue sólo una noche.

Al llegar Venus le dije que no quería nada de mi pasado, sólo quería comenzar de nuevo y que por el momento ella era lo único nuevo, que por eso la llamé, no quería nada a cambio sólo sentir que podían haber cosas buenas que no estuvieran ligadas al pasado.

- ven con nosotros de gira- dijo mientras conversábamos de que quería hacer de aquí en adelante
- ¿dónde?
- México y si nos va bien, España
- no tengo mucho dinero
- no es problema, iremos haciendo tocatas o vendiendo cosas durante el viaje, así pagaras tus pasajes, necesitamos manos

Irme del país… irme… nada podía hacer más real mis decisiones. Si esto estaba pasando ahora y aquí es por algo y ese algo debía averiguarlo.

- acepto- claro que aceptaba
- nos vamos en una semana, puedes quedarte conmigo si quieres, sin compromiso
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Se fue del centro, volvió a casa y le dan un golpe bajo, dejándola sola, siendo que nunca en su vida hizo algo por si sola, excepto sus estudios. Pienso tanto en ella… no volverá, deseo que lo haga, pero no lo hará.
Debo dejar de imaginar los peores escenarios de lo que pasará con su vida, es inteligente, de seguro se le ocurrirá algo para volver a su cotidianidad, nos faltaba mucho por trabajar, no puede seguir en esa vida, debe vivir y dejar de matarse con alcohol y sexo sin compromiso.
Sexo… inevitable sentir algo de rabia, me involucré demasiado, yo era su única confidente aquí, ¿qué pasará cuando el sexo deje de ser sin compromiso? ojalá dejara de serlo, por ella.
Que idiota, tengo su número, debe odiarme, debe pensar que arruiné su vida, necesito saber de ella, necesito que este bien.

Sonó el pitido de conexión muchas veces hasta que apareció una voz, la operadora me ofrecía dejar un mensaje, pero antes del sonido corto. Vuelvo a insistir, nada. Quizás le quitaron el celular… quizás esta sufriendo.
El efecto de pensar en que ella esta sufriendo me estremecía, necesitaba levantarme y verla pasar por los pasillos con ese buzo horrible y cabello alocado. Debía intentarlo una vez más.

- ¿si? - resonó en mi oído derecho
- ¿Vale?
- si…
- …
- ¿Josefa?…¿qué haces llamándome?
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Mientras entraba a la casa de Venus el maldito celular del pasado, con todos esos contactos sonaba con un número desconocido en la pantalla. Venus hablaba diciendo donde estaban las cosas de su improvisado departamento… volvía a sonar el celular por tercera vez, no volvería y se lo haría saber a quien fuera

- ¿si?
- ¿Vale?- dijo el tono de Josefa al otro lado de la línea
- si…
- …- nadie respondía
- ¿Josefa?
- …- al no obtener respuesta, simplemente asumí que era ella, luego de escucharla todos los días por mil horas podía reconocerla 
- ¿qué haces llamándome?- pregunté
- quería saber como estabas, supe que te fuiste de casa
- estas al día en la farándula, me fui y no pienso volver hasta hacer un par de cosas que pospuse por ser una más del montón
- ¿qué harás?
- ¿crees que sé que haré?- dije algo complicada pero con alivio- ¿qué más necesitas?
- ¿necesitas algo? puedo ayudarte
- eso de la ayuda lo escuché todo el verano Jo, ahora sólo quiero presente y futuro, nada del pasado, estaré bien, de tonta tengo poco, aunque creo que necesito ser un poco tonta por ahora
- guarda mi número por favor- me decía en tono de ruego, no entendía nada, ¿Cristina estará atrás de esto?
- ok- dije en cambio
- yo tengo el tuyo
- no servirá de mucho, mañana lo vendo
- ¿necesitas dinero?
- al parecer no estas escuchando, gracias por todo Jo, dale mis saludos a Loreto por favor, dile que la quiero muchísimo y que apenas pueda la visitaré, donde sea que este la iré a visitar
- no te vayas
- ok, si, que estes bien


No ganaba nada complicándome con entender esa llamada, no volvería, eso es lo único que tenía claro.

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