viernes, 24 de febrero de 2017

Perdiendo la cabeza # 35

Se acercó con rapidez a su lado, no podía controlar su llanto, comenzó a respirar más rápido de lo normal en estas situaciones, en unos minutos estaba iniciando con… ¿una crisis de pánico?, ¿por Valentina?

- no pasa nada- dije despacio- sólo respira…- continué secando la totalidad de las lágrimas de mis rostro
- ¡no me digas qué hacer!- gritó apoyando su cuerpo en la pared para luego bajar al suelo
- solo trato de ayudar… en tres minutos puedes parar esta crisis, sólo respira hondo, relájate- se debe haber sentido fatal para comenzar a seguir mis indicaciones- muy bien, vas bien, piensa en algún recuerdo lindo, ella estará bien, esta viva, respirando, repite en tu cabeza que todo estará bien porque así será

Los ataques de pánico hacen que al sentirse en una situación de emergencia el cuerpo libere adrenalina, acelerando el corazón, dificultando respirar, parecida a la sensación de un ataque al corazón. Bastan tres minutos para que el cuerpo esté completo de adrenalina, pero también bastan los mismos tres minutos para salir de ahí, respirar, pensar positivo, utilizar frases que tranquilicen son algunas técnicas para detenerlos, lo demás es trabajarlo a diario porque una vez que ya tuviste uno, es más probable tener otro.

- lo hiciste muy bien- le dije mientras la observaba- ¿primera vez que te pasa?- pregunté algo descolocada, pero integra
- no, no es la primera vez- respondió sin expresión mirando con cuidado a Valentina
- ¿necesitas que me vaya?- dije al verla tomar la mano a Vale
- quédate por favor, no sé que haría si me da otra crisis o si despierta- su voz temblaba y no quitaba su mirada de Valentina que lo único que hacía era respirar
- ya puede respirar por sí misma y debería hablar, aunque no lo hace, ese botón en su mano libera tranquilizantes y se duerme en unos segundos, es lo que ha hecho desde que despertó la primera vez
- …- tardó unos minutos en contestar, hablando muy despacio- consumimos drogas, no esperes que si le ofrecen una vía de escape la vaya a rechazar- estuvimos unos minutos en silencio, ella tomando su mano y acomodando algunos cabellos- mira su cuerpo, está aquí entregado a esta mierda, sin importarle nada a su alrededor, así es ella y así me gusta, pero no puedo dejar que se hunda
- dijeron que ahora está en sus manos recuperarse
- o en las de nosotras… tengo contactos y estoy segura que tu también, podemos sacarla de esto
- no es tan fácil Alice, primero tiene que salir de esa cama, pasaran al menos un par de meses para que vuelva a la normalidad, aún no se sabe si hay daños secundarios, no se ha mantenido despierta por más de unos minutos, no quiere despertar
- lo hará, si no quiere despertar la obligaré a hacerlo
- es su padre, quiere estar con el y no lo está ¿entiendes?- Alice sólo miró el rostro de Valentina sin dirigirme la mirada, pero sabía ponía atención- emocionalmente debe estar tocando fondo, ha sufrido en su vida y eso la hizo frágil emocionalmente, me costó trabajo sacarla de donde estaba hace unos años, ahora no sé que hacer, estoy en el aire, no sé que es lo que quiere y eso me desespera
- ¿qué es lo que quiere?- me miró fijo- ¿de verdad no te das cuenta?
La observé completamente sorprendida por su pregunta, ya no me importaba mantenerme integra frente a ella, estaba en uno de los peores momentos de mi vida y necesitaba liberar todo
- no- dije despacio respirando hondo- si no te has dado cuenta ella me nubla, todo lo que sé… ella lo bloquea, me lo hace muy difícil Alice
- necesita amor Josefa, no creas que no me doy cuenta que no se entrega completamente a mi, no quiere pasar esa línea, ya no es su padre, sabe que no lo puede volver a ver, sabe que esta muerto, eso no quita que lo extrañe, que piense como hubiese sido si estuviera vivo, vivir no es su problema, las personas lo son, lo que rechaza es lo que más necesita
- entonces tu eres la ventana abierta para salir de donde está, estas con ella, puedes hacer algo
- le he entregado todo, pero no es suficiente, no soy lo suficiente para ella, en un principio fue capricho pero en poco tiempo se volvió una parte importante de mi vida
- quizás no es ese el amor que necesita…- dije meditando
- ¿a qué te refieres?
- puede ser amor de amigos, de familia, sólo amor de las personas que la rodean
- ¿puedes ayudarla?
- no sé si pueda- dije apuntando a mi deplorable estado-  mírame, no estoy en condiciones de ayudar a alguien 
- me refiero a buscar profesionales, primero para sacarla de las drogas en las que la metí, puedo decir todo lo que consume, segundo para amarla- quedé en silencio un momento sin entender bien que quería decir 
- no entiendo… ¿para amarla?
- la amo, me da lo justo y necesario para ser feliz… a pesar de eso, no puedo dejar que se hunda conmigo… mi ambiente es diferente, las drogas son parte del diario y ella simplemente no puede manejarlas
- déjalas tu también
- pero no me ama, no serviría de nada, muchos grandes actores están muertos en vida y no quiero que Valentina, mi Valentina esté en esa categoría, estaré acá hasta que despierte, seré su apoyo, pero cuando sienta que debo irme lo haré
______________________________________________

Alice POV

Había pasado un día desde mi llegada, Valentina había despertado cuando estaba su madre, pero apretó el maldito botón… luego de eso no me he separado de ella, es Navidad y nada me hacía sentir de esta una época especial.

Esperé hasta que comenzó a suceder, Valentina comenzó a abrir los ojos lentamente hasta que por fin los posó en los míos. Sus ojos claros me recordaban todas las veces que había sido mía, todas las locuras y días tranquilos vividos, la chica en esa cama estaba matando la esencia de la verdadera Vale y no lo permitiría.

- hola- dije despacio con una sonrisa, al no obtener respuesta comencé a hablar despacio y lento- llegué ayer, te he extrañado… no te imaginas cuanto
Tomé su mano sin obtener alguna señal que dijera algo, sólo una fría mano chocaba con las yemas de mis dedos.

-¿qué miras?- le pregunté cuando desvió mi mirada- estoy acá Vale, al menos podrías mirarme… tengo el botón, si tuviera uno en mis venas no creas no lo presionaría, pero necesito que me escuches un momento
No obtuve respuesta audible, pero su vista se fijó en mis ojos con furia, claramente no quería que estuviera ahí, menos tomando su vía de escape, tragué fuerte y continué con algo de felicidad por el hecho de que estaba expresando algo, hable con sus ojos en mi, no apartaría mi vista de ella aunque por dentro mi cuerpo rogaba mirar otro lugar, llevo toda mi vida actuando estas situaciones solo debo controlarme y respirar 

- linda, yo sé que lo menos que quieres escuchar es que todo va a estar bien, vas a salir de esto y mil frases cliché, sé que no quieres escuchar a nadie incluirá yo, y sigo aquí porque mírame soy Alice Aldrich, la maldita Alice que todo le importa poco para preocuparse, pero tú Vale no entras en esa categoría, estoy preocupada y créeme cuando te digo que haré todo para sacarte de esta.  
Al momento que dije esto último rodó sus ojos fijando su mirada en opuesto a mi, odiaba que actuará así, sabía su personalidad que sumada a su ego actual no me lo haría fácil 

- ¿Sabes? Crucé un océano para estar aquí, llevo dos ataques pánico en menos de una semana, cosa que jamás había experimentado fuera de una cámara, entiendo que estés rota, pero ya es tiempo de comenzar a sanar todo eso y estar sedada no te ayudará, el estado en qué estás no es algo que será para siempre, ¿entiendes ?

No hubo señal por al menos un minuto, solo la miré, no podía creer que me siguiera ignorando, no podía mover su cara a mi, podría herirla más de lo que estaba, pero no fue necesario, lentamente giró su cabeza en mi dirección, sus ojos estaban oscuros de ira, la entendía, yo probablemente hubiese actuado igual, un sonido raspado me saco de mis pensamientos 

- jm… na... nadie- respiró y continuó con un dolor evidente- te obligó a venir- respiró nuevamente ya con un tono más ruborizado en su rostro
- no era necesario que alguien me obligara- dije tratando de acomodar mis emociones para no mandar todo a la mierda- sé perfectamente que no buscabas nada muy personal conmigo Vale, no buscabas cariño, pero aquí lo tienes, aquí estoy para ti porque te quiero y puedes mandarme a la mierda todo lo que quieras el cariño seguirá estando, no me iré sin solucionar lo que provoqué, no luego de lo que me haz hecho sentir.
Mis ojos estaban húmedos, pero podía controlar mis emociones, tenía que escuchar y si comenzaba a llorar no podría continuar hablando con claridad
- ándate - dijo despacio 
- Vale... sólo quiero que…
- ¡ANDATE!!- gritó dejándome congelada- NO QUIERO A NADIE ACÁ, COMO NO LO PUEDEN ENTENDER- tosió con fuerza, me acerqué para tratar de calmarla pero fue peor- ¡FUE… RA!, ALÉJATE.
Gritó con toda la rabia acumulada que tenía en su interior, hubiese seguido, pero no pudo, se estaba ahogando y las máquinas comenzaron a sonar con fuerza, quise salir a buscar ayuda pero no fue necesario porque ya estaban dentro de su habitación.
Le inyectaron algo en su brazo y pusieron una mascarilla de aire en su rostro, esto era la realidad, ni en mis mejores películas había sentido lo que estaba experimentando, Valentina estaba roja con una vena pronunciada en su cuello, rápidamente fue volviendo a la normalidad, pero me sacaron de ahí antes de que pudiera decir algo.
_____________________________________________

Josefa POV


Habían pasado unos días desde navidad, solo su madre podía verla y no lo hacía seguido ya que Valentina exigió que nadie más que ella pudiera entrar y dejo muy claro que pocas veces, era su derecho. 

Alice seguía en Chile, luego de lo qué pasó evidentemente estaba destrozada aunque trataba de ocultarlo, le prohibieron la entrada al igual que a todos, la histeria de Valentina le había sacado un par de puntos de su operación, nada grave, pero se sentía culpable. Dijo que dejaría todo listo para Vale, luego se iría y si era estrictamente necesario volvería.

Una vez estabilizada Valentina se iría a su casa, para luego comenzar con terapias para recuperar su normalidad, ya que no presentaba secuelas graves, solo las que dejarían las fracturas si no las cuidaba.

No sabíamos cómo ingresar con ella a una terapia para que no consumiera más drogas, no podíamos obligarla, tenía todos sus sentidos y capacidad mental para tomar decisiones, es desesperante.
_______________________________________________

Valentina POV


Camila como cada mañana estaba revisando mi archivo personal, la chica interna de medicina cada día miraba mis puntos producto de la operación, cada que lo hacía mis ojos estaban atentos a sus movimientos, esa herida era horrible y con una cicatriz asegurada, sin mencionar que cada vez que iba al baño me dejaba sin aire.

- ¿Te duele esto?- preguntó tocando mi abdomen 
- un poco
- en una escala de uno a diez cuánto- dijo calmada inspeccionando 
- tres 
- Ok- respondió continuando hasta que apreté mi estómago de dolor 
- correcto... ahora Valentina dime la verdad, no saldrás antes de acá por mentir 
- eso claramente fue un diez ¿no crees?- dije soltando una bocanada de aire- oh mierda, eso fue fuerte
- necesito sacar algo de sangre y estaríamos listas por hoy
- ¿no debería hacerlo la enfermera? 
- en este caso no- dijo anotando en su libreta
- este caso…
- te atropellaron drogada, debo ver cómo está tu sangre y otras cosas 
- ¿acaso una enfermera podría darme droga?
- no creo, pero podrías persuadirla, no se, yo solo cumplo órdenes, colabora 
- has lo que quieras dije estirando mi brazo 
- tienes que comer todo lo que te dan acá, te recuperaras más rápido, estás delgada por los químicos que consumes- hablaba calmada mientras tomaba mi brazo  
- Camila, ambas sabemos que no quiero que nadie me visite, ¿cierto?
- ¿a qué quieres llegar?
- a qué no quería sugerencias y es exactamente lo que estás haciendo en este momento
- tendrás que aguantar, estás a mi cargo y al menos por dos semanas más tendrás que ver mi lindo rostro todos los días 
- perfecto- dije con ironía 
- y prepárate porque hoy comienzas a ver otros especialistas, quieras o no, son políticas de la clínica 

Camila tomó la silla que estaba en una esquina y me ayudó a sentarme

- no puede verme nadie, si se enteran que estoy aquí no me dejarán tranquila
- lo sé, iremos con cuidado 

La chica era interesante, inteligente, no estoy diciendo que me guste, pero mirar no es pecado y Camila era muy atractiva. Pelo largo castaño, ojos color miel y buen cuerpo era una mezcla perfecta con una bata blanca.

- estoy segura que esto no te gustará, pero debes hablar con el psicólogo que trata los traumas, un accidente afecta demasiado y debes hablarlo, luego volveremos a tu habitación porque un especialista irá a hacer ejercicios a tu cuerpo 
- puedo manejar hablar con psicólogos, son mi especialidad, no te preocupes, oirá lo que necesita

Tocó la puerta y abrió un hombre de unos 40 años, con alguna canas, pero de aspecto joven. Me recibió cordialmente, comenzó a hablar y yo a responder, todo iba bien hasta que habló de lo que todo el mundo hablaba hoy en día

- ¿qué pensaste al consumir tanto?
- me dijeron que íbamos a hablar del trauma que provoca el accidente, no toques otros temas si quieres que siga con esto en paz
- Valentina- dijo soltando una risa sin gracia- ¿qué edad tienes? ¿15? ¿Podrías comportarte como un adulto y asumir tus errores?- amigo, ubícate, estoy pagando tu sueldo acá y déjame decir que no es barato, no permitiré que me hables así, primero: yo actúo como se me de la gana, no tengo por qué darle el gusto a personas que no conozco. Segundo: estoy asumiendo mi error aguantando todo este lugar hasta que me den el alta, se que puedo irme, pero sería irresponsable y por último: si quieres hablar de drogas, excesos y esas cosas, mira mi informe, ahí debe salir todo lo que consumo, pero jamás sabrás de mi boca que me llevó a consumirlo. Asúmelo y podremos hacer una terapia decente para mi accidente

- cómo estuvo? - preguntó Camila al volver a la habitación 
- ¿tú no tienes otro trabajo? ¿salvar vidas? ¿algo así? 
- veo que estuvo entretenido, me tienen de niñera estos días 
- ¿cuantos años tienes? 
- 27 
- bueno, solo me pasas unos años, puedo estar sola un tiempo
- lo siento, viene un traumatólogo a examinarte en un momento, luego te puedo dejar sola

La mujer no demoró en llegar, tenía unos 35 años, alta con una cola en su cabello, se presentó como Jacinta y comenzó destapando la sabana que me cubría

- ok, permiso - dijo levantando mi polera y bajando un poco mi short- he escuchado alguna de tus canciones, tienes talento amiga- dijo tocando mi abdomen y mirando la herida de operación, tenía algunos moretones, pero ya estaban bajando su color, no así su tamaño 
- al parecer todo el mundo quiere ver mi estómago hoy
- solo lo hice de curiosa- lanzó una sonrisa y me miró a los ojos- ¿te duele esto?- preguntó apretando cerca de mi herida 
- si- dije contrayendo mi cuerpo y soltando un suspiro forzado, cuál era el objetivo de tocar y tocar mi herida
- ok amiga, entonces mi trabajo no te gustará para nada- habló volviendo mi pijama a su normalidad 
- ya dime que es lo que harás 
-tienes que moverte y si no puedes por ti misma, yo lo haré y dolerá, es necesario para que vuelvas a tener tu movilidad al cien ¿me ayudas aquí?- dijo mirando a Camila indicando que pusiera la cama en posición horizontal 
- te evaluaré y mañana comenzamos 
- ¿moverás mis fracturas? 
- ¿qué crees que soy? ¿un monstruo?- sus expresiones me causaban gracia- no Vale,  tus fracturas son muy bebes para que las toque, deja que maduren un poco y ya les daré su merecido

Comenzó moviendo mis piernas y haciendo que le indicara que tanto dolía, me pedía moviera mis articulaciones y el brazo sin yeso

- ¡para, para!- dije rápido quejándome- eso dolió demasiado- la detuve mientras flexionaba mi pierna derecha
- respira y hazte la idea- me miró con sus ojos claros- todo está en la cabeza

Jacinta volvió al día siguiente y al siguiente...

- ¿cómo estás hoy ?
Hice una seña con mi mano indicando a mi cuerpo en esa cama 

- ok. Hoy vamos a caminar unos minutos y luego ejercicios 
- hagámoslo rápido 
- rápido es muy aburrido- dijo riendo, ¿estaba acaso haciendo bromas sexuales?
- …
- hey no se queden mudas- dijo mirando a Camila- solo estoy jugando, Camila por favor no te ruborices, lance una carcajada al verla roja
- si es rápido porque te pueden pillar es bastante entretenido 
- ¿ves Camila? Ella sabe de qué hablo 
- al menos le saque una sonrisa, no la había visto reír desde que llegó- dijo tímidamente volviendo a su tono natural 

Caminamos de un lado a otro en una sala especial que tenía Jacinta, que mejorara mi postura y que no fuera floja eran sus frases más repetidas. Camila estaba atendiendo otros pacientes y luego volvería para dejarme en mi habitación y seguir con los demás ejercicios. 

- ¿por qué no terminamos los ejercicios acá? Veo una colchoneta bastante amplia y cómoda, odio la pequeña cosa en mi habitación 
- bueno... tenemos que volver porque los ejercicios de hoy son un poco fuertes
- a qué te refieres- la mire directo 
- a qué dolerán y debemos hacerlos si quieres recuperar toda tu movilidad
- promete que volveré a moverme igual que antes, al menos mis brazos y dedos, sabes que la música es mi vida
- te lo prometo Vale, pero tenemos que trabajar duro

Fuimos a mi habitación y comenzó la tortura, ¿han sentido alguna vez un golpe fuerte en el estomago que los deja sin aire?, eso era exactamente lo que estaba sintiendo, sumado a un dolor punzante.
Afirmé con fuerza mi mano en la superficie de mi cama y aguanté hasta donde más pude.

- mierda - dije con dolor
- aguanta...- decía con calma Jacinta mientras sostenía mi pierna haciendo presión

Mis lágrimas comenzaron a salir, pero no detuve los ejercicios
 - doctora…- escuché en la puerta
- Camila- respondió ella sin dejar de hacer su trabajo
- disculpe pero quizás es suficiente- dijo mirándome 
- Doctora Báez, sé perfectamente cuando es suficiente, no haré daño a sus lesiones, vuelva cuando lo requiera por favor 

Hubiese dicho algo si no estuviera llorando miserablemente en esa pequeña cama de hospital. 
- puedo parar Vale- dijo una vez que Camila había dejado la habitación 
- duele, pero puedo soportarlo 
- ok, solo un par más 

Sentí que mi cuerpo se partía en pedacitos, pero solo fue la sensación, seguía ahí, con un dolor punzante, pero si tenía que soportar eso por volver a la normalidad lo haría.
A pesar de que no quería ver a nadie y que todos ellos pensaran que estaba loca, no lo siento así, sabía perfecto que tenía que salir de la clínica, recuperarme y seguir. 
Extrañaba tremendamente las pastillas que consumía a diario y hubiese dado todo por una línea de cocaína, pero ya habría tiempo para eso, claro que sentía ansiedad pero aún podía manejarlo. Estaba agotada, mi cabeza pensaba mil estupideces y mi cuerpo gritaba. Atiné a dormir y gracias al universo no fue nada difícil caer en ese estado. 

Sentí algo en mi brazo lo que me hizo abrir los ojos asustada. Era la señora de la comida
- señorita aquí está su cena
- gracias- dije para no ser mal educada

Al momento que cerró la puerta yo cerré mis ojos. Perdí la noción del tiempo que dormí hasta que las ganas de ir al baño me despertaron. Me levante y caminé con ayuda de un bastón hacia el baño, cuando hice lo necesario me senté en el sillón de la habitación, que digamos lo sentí hasta más amplio que la estupidez de cama que tenía. En momentos así me hubiese gustado que devolvieran la televisión y celular que pedí retiraran, no necesitaba conexión hasta este momento aburrido. A los minutos llego Camila que al no verme en la cama entró asustada, al verme sentada volvió a respirar.

- me asustaste 
- qué creías... ¿me escaparía? ¿así?- dije con una sonrisa que salió sin mucha fuerza 
- creo que eres capaz de muchas cosas
- soy más inteligente que eso, no quiero una cámara en mi trasero vestida así, en pijama saliendo de un clínica
- me gustaría ver eso
- lo estás haciendo Camila
- ¿verte en pijama? ¡he visto mucho más que eso Vale!
- suerte- dije ya sin ánimos de seguir ese intento de conversación 
- deberías recostarte, tengo que revisar tu herida luego de los ejercicios de Jacinta 
- no quiero que revises nada más hoy, estoy cansada de eso 
- tengo que hacerlo Valentina, solo será un momento 

¿Tenía opción acaso? Solo hacía su trabajo después de todo. Me recosté en la cama y di gracias que ella me ayudará a hacerlo, de otra forma hubiese sufrido intentándolo. 

- ya sabes... la escala y eso

Hizo lo de siempre y se sentó un momento en el sillón, se notaba agotada, eran como las 1 de la madrugada.

- ¿cómo debo explicar que tienes que comer?- preguntó mirando la bandeja a mi lado
- mierda Camila, ¿por qué no te vas a descansar a otro lugar y me dejas tranquila? 
- ¿cuando dejaras de ser tan odiosa?
- Camila...- respire concentrándome- por favor 

Me miró unos segundos, se paro y se fue. Al siguiente día llegó junto a mi doctor tratante, me revisaron y lo mismo de siempre. Pasaron un par de largas horas hasta que Jacinta llegó.

- ¡bueno, bueno! ¿cómo está mi artista favorita de la clínica para sus ejercicios?
- supongo que soy la única artista interna en este momento
- así es, por eso eres mi favorita, hasta te Googleé 
- mira tu, ¿qué encontraste?
- tu vida básicamente 
- interesante 

Comenzamos con los ejercicios, ya podía soportar sin llorar, dolía y frustraba como los mil demonios, pero tenía que hacerlo.

- supe que no estás comiendo- soltó de pronto
- solo fue anoche, no tenía hambre 
- no se come por hambre siempre, a veces lo hacemos para vivir ¿sabias?
- graciosa
- lo sé, solo come ok 
- lo intentaré Jacinta, pero mi cuerpo simplemente no me lo pide
- recuerda... para vivir... ok mueve lentamente cada uno de los dedos del brazo enyesado

Comencé por el índice moviendo uno a uno mis dedos, hasta que llegue el anular, el que con suerte pude hacer tiritar. Mire a Jacinta más que asustada.

- tranquila sacaremos una radiografía y veremos qué pasa ahí, lo solucionaré, soy la mejor en esto 

No pude contener mis lágrimas, el pensar en no utilizar ese dedo nunca más me mataba, mis manos eran mi instrumento de trabajo.
- Cálmate 
- Tú no entiendes- dije entre sollozos 
- Claro que lo hago y tienes suerte de tenerme, vamos a la cama, es suficiente por hoy 

Me senté en la cama haciendo que está elevara el respaldo para quedar sentada. No podía dejar de llorar, era un sabor amargo

- déjala, tiene que desahogarse- le escuché decir antes de salir, Camila observaba algo preocupada desde la puerta 
__________________________________________

Josefa POV 


- ni lo sueñes Jo, no entraras ahí, no te dejaré 
- Jacinta por favor, toda su vida ha llorado sola, necesita alguien que esté ahí, no tiene  algo o alguien en este momento, ni siquiera su carrera es segura
- puedes arriesgar mucho si entras ahí, soy tu amiga desde la universidad, por lo mismo vine cuando me llamaste, puedo solucionar sus problemas, pero no me haré responsable de tus actos si decides entrar
- No lo hagas
- Dijo que no quería visitas
-No soy visita, trabajo acá

Me solté de los brazos de mi amiga y camine decidida, no quise pensar en nada porque si lo hacía de seguro volvería a mirar por el pasillo desde lejos. 'Estás haciendo una locura' escuche en mi cabeza fugazmente, pero seguí, atravesé la puerta y ella seguía ahí sentada con una pierna doblada tapando su cara con una mano. Escuché sus sollozos y algo dolió en mi interior.

- doctora no pue...- escuche a la interna de medicina a cargo de Valentina, pero ni siquiera la miré, la única que me sacaría de esa habitación sería la chica en la camilla, nadie más 

Vale al escuchar elevó la mirada y me siguió unos segundos hasta estar sentada a su lado. Rogaba que no gritara y me hiciera salir de ese lugar, mi pecho estaba oprimido y apenas me senté a su lado se aferró a mi cuello con su mano libre, solté una bocanada de aire lentamente y puse mis brazos en su espalda con cuidado, podía sentir sus lágrimas humedecer mi hombro, su respiración agitada me dolía tanto como a ella, no dije nada, no podía, no sabía. Acaricié su cabello con cariño mientras ella botaba todo lo que había acumulado en esa armadura.

Sentí que mi rostro se humedecía y sequé rápidamente las lágrimas, la chica en la puerta estaba confundida por decir algo, Jacinta se acercó a ella y le hizo una seña para cerrar la puerta dejándonos solas.
No era capaz de decir palabras, deseaba que dejara de llorar, pero era un llanto necesario, tan frágil y tan llevada a sus ideas...

Estuvimos así hasta que ya no podían salir más lágrimas, llegó a esa fase del llanto cuando terminas con una especie de hipo que poco a poco calmó. Le pasé un pañuelo para secar su rostro y luego mire sus ojos, solo había tristeza en esa mirada roja por lo ocurrido. Tenía algunas marcas recientes de su accidente en lugares pequeños de su rostro, no quise mirar nada más de su cuerpo por respeto, no quería se sintiera observada por sus heridas.

- eso fue intenso- dijo soltando una sonrisa triste
- Jacinta lo solucionará, es la mejor en esto, solo debes seguir sus indicaciones 

Miró su brazo y sus dedos, un silencio infernal inundó la habitación y sentí que era momento de irme.

- estoy trabajando acá varios días a la semana, si me necesitas solo dilo

Desvió la vista de su brazo a mis ojos, pensó un momento y se decidió a hablar

- ¿puedes quedarte un momento? 
- claro- respondí con calma, ella se movió haciendo un lado para recostarme. Me quité la bata blanca que llevaba en ese momento y baje el respaldo de la camilla
- gracias
- no es nada, trata de descansar- sugerí cruzando mi brazo bajo su cabeza, lo que hizo se apoyará en mi, solo con la cabeza claro, era difícil pudiera abrazarme

Acaricié su cabello hasta que cayó dormida, lo que acababa de pasar no era nada normal con Valentina, estaba destrozada y no podía contenerlo por si sola. La observe al menos por una hora mientras con cuidado tocaba si cabello y rostro. Todo lo que tenía en su cuerpo tenía solución, pero con las emociones era algo más difícil. 
Al rato llegó Jacinta y me miró indicando que ya era hora de salir. 

- no está comiendo nada- dijo cuando ya estábamos fuera
- sé más específica- le dije volviendo a la seriedad del trabajo, a pesar de que hace unos minutos había terminado mi turno, aún seguían colegas en el lugar
- me dijeron que solo líquidos, su psicólogo no puede hacer mucho, ya le dejó claro que no cooperaría, está bajando de peso Jo y ya está delgada 
- no puedo hacer nada ahora, pero poco a poco lo lograré, dame unos días, trabajo con esto a diario, al menos ya conozco la historia de Valentina
- no te involucres tanto- dijo preocupada, ya sabía todo lo que había pasado
- demasiado tarde para eso, gracias por estar acá 
- no es nada, lo sabes 

Al siguiente día no me asomé por su habitación, pero sí estuve atenta, como todos los días, a su estado, mire desde lejos y solo estaba pensando, la enfermera dijo que no había comido en todo el día y Jacinta me acababa de contar que no quiso ver a nadie, no cooperó con los ejercicios, solo dejo ser examinada y nada más. Si no actuaba rápido entraría a una depresión y esa enfermedad terrible no la tendría mi Valentina si yo estoy acá.
Atendí un par de pacientes y me llamaron de traumatología, mi corazón se aceleró al saber que era ella.

- hola- dije entrando a la habitación tranquila 
- Josefa ¿es normal que quiera mandar todo a la mierda en este momento?- su pregunta me inundó de pánico- ¿te das cuenta? no quiero seguir aquí ni en ninguna parte, no quiero seguir dando pena ni seguir trabajando para mejorarme, sin mencionar que en este momento mataría por cocaína 
- no tienes más opción que vivir Vale- dije compuesta en mi profesión- estás en el peor lugar para mandar todo a la mierda, es normal en estas situaciones caer en un bajón, pero es un proceso solamente 
- ¿por qué sigues aquí?
- te dije que siempre estaría, somos familia 
- a pesar de todas las estupideces que estoy pensando ahora, se que tengo que salir de acá, me apesta estar rodeada de médicos 
- gracias
- no lo digo por ti Jo, igual tienes tus momentos odiosos psicóticos, pero soportable- reí ante su ironía, una parte de ella seguía ahí
- déjame ayudar, te juro que no sentirás más eso, pero déjame hacerlo 
- ¿en serio luego de como te he tratado quieres seguir ayudándome?
- si
- si es por culpa no lo hagas, no tienes la culpa de nada
- lo hago porque te quiero y me duele verte mal- dije sincerándome 
- ¿qué quieres hacer?
- hablar, acompañarte, hacer cosas entretenidas 
- ¿cosas entretenidas en este lugar? ¿no crees que es imposible?
- ¡no lo es! Partiendo por hacerle bromas a las enfermas, son especialistas en caer 
- voy a ser sincera, no tengo animo para nada, pero si quieres estar aquí hazlo
- muy bien

Estoy tomando un reemplazo que esta semana termina, claro que lo hice solo para estar cerca de Valentina, ahora tenía oportunidad para ayudarla, no necesito algo amoroso, solo su tranquilidad.
Los días de enero comenzaron a pasar lentamente, Valentina tenía una semana más en la clínica y quizás era necesario que Jacinta hiciera una intervención pequeña en su brazo para que recobrara todo el movimiento de sus dedos. Nos explicó que era muy común y ella misma lo arreglaría, por mi parte pasaba todo el día con Vale, era el primer día y lo más difícil sería arreglar su problema alimenticio.

Pedí prepararan comida liviana y sabrosa, algunas de las cosas favoritas de Vale iban en esa bandeja, como frutas de temporada. Se resistió en un comienzo pero luego comió, poco a poco podría mejorar eso, era cosa de tiempo y al estar a su lado lo lograría.
Hablamos de muchas cosas, entre ellas del centro, le comenté que seguía siendo directora pero estaba tomando unas vacaciones, al menos tenía un mes más libre. Sus ojos seguían siendo hermosos y aunque no estaba ahí para volver a enamorarme, era inevitable mirar el brillo en ellos cada vez que lograba sacarle una sonrisa.

Al día siguiente fue una rutina muy parecida, Jacinta llegaba a hacer ejercicios y yo estaba ahí para apoyar, Camila al parecer había entendido todo y se dedicó a solo hacer su trabajo. Jaci era realmente buena en su trabajo, confiaba plenamente en sus capacidades e hice que Valentina también lo hiciera, eso le dio confianza y energías para volver a sus ejercicios, eso sí, no sabía que éramos amigas fuera del trabajo.

- Vale, tendré que arreglar algo en tu brazo mañana, es una intervención menor con anestesia local, en la tarde ya podremos ver algún movimiento y con un par de días podrás moverlo por completo, claro que sin exagerar aún 

Valentina solo asintió afirmativo cuando habló Jacinta en medio de sus ejercicios. Cuando por fin terminó nos quedamos mirando la televisión que pedí trajeran de vuelta.
- Jo- dijo mientras seguía la película
- dime- la mire con tranquilidad 
- gracias, de verdad
- no tienes que agradecer nada- rió un poco antes de hablar
- claro que tengo, solo una estúpida o alguien muy buena hace lo que estás haciendo 
- espero entrar en la segunda categoría, lo hago porque te quiero y quiero que estés bien 

Con su mano libre acomodó un mechón de cabello atrás de mi oreja

- ¿qué haces Vale?

No respondió nada, sabía lo que iba a hacer cuando comenzó a acercarse, debía detenerla, pero no pude, quería esto desde hace mucho tiempo.
Cuando estuvimos lo suficientemente cerca como para sentir su respiración cerré los ojos y pude sentir sus labios chocando con los míos. Un beso suave que me trajo mil sensaciones de vuelta, mi cuerpo la necesitaba así y ella besaba de una manera deliciosa. Acarició mi mejilla bajando a mi cintura, lo que me hizo entre abrir mi boca y ella aprovechó mi descuido para introducir su lengua y comenzar con uno de mis juegos favoritos. Apoye mi mano en su rostro acomodando al igual que ella, un mechón de cabello tras su oreja. Se sentía realmente bien.

- Vale, vengo a...- quedó en silencio un momento esa voz conocida, me separe de Valentina sin un poco de apuro, sonreí al mirarla y luego mire hacia la puerta, era la interna 
- vengo a examinarte- terminó su oración algo confundida 
- toda tuya- dije levantándome y dirigiéndome a la puerta para salir

Estaba cometiendo un gran error al estar con ella en un estado vulnerable, pero no pude controlarme, será una excepción, primero debe recuperarse y luego preocuparse de estas cosas.

*****

El día transcurrió tranquilo, visite pacientes hospitalizados, tuve sesiones con ellos y resolví algunas dudas. La psicóloga de planta tenía todo bajo control y ya en dos días estará de vuelta y podré estar en exclusividad con Vale para sacarla de este inicio de depresión. Hasta el momento estaba funcionando bien, estaba comiendo y conversando, aún no eran conversaciones profundas, pero todo lo que dijera era necesario.

- contigo quería hablar- dijo Jacinta acercándose a donde estaba apoyada esperando un café
- ¿cómo estás?
- con una interna algo preocupada luego de verte besar a Valentina- sonreí aunque no debía, la situación me causaba gracia
- más que nadie deberías saber que no es el momento
- lo sé, pero no pude detenerla, sabes que quería ocurriera
- ahora como amiga te pregunto, ¡¿cómo pasó?! - cambió su estado a emocionado en un segundo 

Jacinta es una gran amiga, luego de exigirme contar todos los detalles haciendo una situación de unos minutos a horas. Claro, me dijo no ilusionarme, lo sabía, nada era seguro con Vale.

- ¿estás lista?- preguntó 
- ¿para qué?
- para la intervención de Vale claro, supongo que quieres estar ahí 
- demonios, lo olvide, claro que quiero estar ahí, organizaré unas cosas y voy 
- está bien 

Y como dije lo hice. Cambie algunos horarios y estuve media hora antes de todo. Valentina estaba lista para entrar a la sala de operaciones, a pesar de que no era algo de vida o muerte, se necesitaban los cuidados necesarios.

- ok equipo, quiero a todos concentrados en sus trabajos, esto será un éxito- dijo Jaci cuando ya estábamos todos dentro

La madre de Vale me pedía mantenerla informada, la venía a visitar, pero Vale no estaba muy expresiva, por lo que las conversaciones no eran muy amenas. Por lo mismo vendrá mañana para ver cómo salió todo.

- estoy a punto de vomitar- dijo Vale en voz alta 
- ¿de verdad? ¿o es una expresión?- preguntó Jaci 
- está algo blanca Jaci, inyecta algo en el suero mejor
- dio las indicaciones a la enferma que de inmediato inyectó algo en una vía directa 
- con eso bastará, bueno equipo a trabajar
Todo fue rápido y efectivo, Jacinta sabe lo que hace y no es humilde al demostrarlo. Al volver a la habitación el yeso ya no estaba, no era necesario, podía controlarse con una férula.

- ¿como te sientes?- preguntó Jaci cuando volvió a la habitación 
- aún quiero vomitar- respondió Vale sin moverse mucho 
- ¿comiste algo?
- si comió, me aseguré de eso- respondí-la verdad Vale, creo que es solo asco- le dije mirando sus ojos
- ¿asco a qué?- preguntó mi amiga
- no preguntes Jaci, larga historia- dije recordando el primer día de Valentina en el centro 
- bueno, de todos modos, si necesita algo solo llámenme 

Quedaban cuatro días para el alta de Vale, su recuperación iba mejor y no ha sido fácil, después de todo solo han pasado días. De todas formas seguía optimista, mi optimismo valía por ella y por mi.
_____________________________________________

Valentina POV 


Estoy actuando mal y lo sé. Josefa está siendo un gran apoyo y fue un error dar esperanzas donde no hay nada, pero lo sentí en ese momento y no pude detenerme.
Los ejercicios con Jacinta iban bien y tenía algo más de animo por lo que venía, sabía que serían uno o dos meses de recuperación de las fracturas pero al menos tenía solución.

- hola- escuche a Josefa decir sacándome de mis pensamientos 
- hola Jo- dije con una sonrisa 
- traje una película y comida, ¿te parece bien?
- súper, cualquier cosa es entretenida en este lugar
- auch eso dolió
- o- dije riendo- no lo dije en ese sentido, pon esa película 

Era una película bastante entretenida, tenía acción y chicas guapas. Josefa estaba sentada a mi lado, compartiendo la pequeña cama, no sé qué pasaba conmigo, pero quería sentirla aunque sabía no era buena idea. Dirigí mi vista de la pantalla a ella siendo muy poco disimulada.

- deja de hacer eso- dijo divertida 
- lo siento, es solo que hace tiempo no te observaba de tan cerca- por dios Vale deja de ser jote 
Tomé su barbilla y la dirigí a mis labios. Sus besos eran suaves con sabor a palomitas, quise que fuera más apasionado cuando comenzamos a jugar con nuestras lenguas. Sabía que Josefa disfrutaba de esto, le encantaba, baje mi mano a su cintura y acaricie con cariño. Ella hizo lo mismo subiendo y bajando con cuidado por mi cuerpo, teniendo precaución de no tocar mis partes ya menos débiles. El sonido de nuestros besos me gustaba y deseaba que las manos de Jo pasearan por otras partes de mi cuerpo. Volví mi mano a su cabello, separándome un momento para obsérvala, no podía negar su belleza, acomodé su cabello tras su oreja y volví a besarla, baje mi mano con cuidado, pasando a propósito por alrededor de su pecho, un límite que la hizo suspirar sujetando su aliento un momento.

- no hagas eso 
- ¿esto?- pregunté tocando ahora sin un poco de vergüenza su pecho, dando un pequeño masaje delicado, al momento que lo hice involuntariamente salió un gemido reprimido de su boca. Sonreí con el acto y me separe de sus labios. Ya estaba de frente a ella, besando su cuello con delicadeza.

- Vale…- dijo moviendo su cuello con cada beso que depositaba
- ¿hm? 
- para- respondió con dificultad- para o no podré quedarme sin hacer nada- continuó 
- has algo entonces- le dije mientras seguía besando su cuello

Con mucho cuidado y lentitud fui a sentarme en sus muslos, gracias a Jacinta ya podía caminar sin apoyo y hacer estas cosas. Ella seguía sentada, la miré y no me detuvo, volví a besarla con sensualidad, no estoy en mi mejor momento, pero sabía cómo hacerla estremecer. Apoyé mi sexo en el de ella y me moví lentamente como mi cuerpo lo permitía, aún tenía puntos en mi estómago de la operación de inspección al pulmón y costillas.

- Vale- dijo en un silencioso gemido que debo admitir me excitó demasiado
- no hables así que no aguanto las ganas- dije en su oído 

Al decir esto ella tomó control de la situación, jugó un poco con su lengua y luego bajo a dar besos cerca de mis pechos, uno de los cuales era masajeado con su mano. Estaba mojada y quería más, después de todo llevaba un tiempo sin sexo.

- nos pueden ver- dijo mirándome a los ojos
- cierra la puerta y vamos al baño- dije saliendo de sus muslos y bajando de la cama lo más rápido que pude 

Entré al baño y ella al segundo volvió de cerrar la puerta. Sé que no es un buen lugar pero estaba muy mojada y quería hacerlo. Josefa tomó mi cintura y me apoyó contra la puerta tras nosotras, tocó mi cuerpo haciendo un juego previo, yo en cambio, sin rodeos, entré bajo su ropa interior para acariciar su evidente humedad. Lanzó un gemido y apretó mi cadera contra la suya, no tuvo cuidado y eso causó un dolor en mis costillas, no fue evidente pero igual lo notó dejando enseguida lo que estaba haciendo

- esto no está bien- dijo sacando mi mano de su pantalón- tú no estás en condiciones de que hagamos esto 
- solo se cuidadosa, se que también quieres hacerlo pude notarlo- dije sin pudor observando mi mano
- claro que quiero, pero no es un buen momento
Enseguida se acomodó la ropa y se apartó. Supiera como dejó mi ropa interior. Alice jamás se hubiese negado... un momento ¿dónde mierda está Alice?

Josefa se fue de la habitación muy tarde, dormí y apenas llegó Camila a la inspección matutina aproveche la oportunidad.

- ¿por qué sigues tocando ahí? si ya no hay mucho que ver - le dije con una sonrisa
- es rutina Vale, tengo que 
- no te he visto mucho estos días, ¿has estado salvando vidas?
- siempre que vengo estás ocupada
- hmmm la verdad es que Josefa está muy comprometida con la causa 
- tú respondes muy bien- dijo mirando los restos del accidente en mi cuerpo 
- es un don- respondí con gracia cerrándole un ojo- ¿sabes? podrías darme tu numero- sabía que se sonrojaría y diría que no, pero igual necesito diversión 
- muy graciosa
- hey eres joven, linda, inteligente, tienes que probar el lado bueno de la vida 
- ¿y eso eres tú?
- me refiero a las mujeres y yo… sí, entro en esa clasificación 
- algún día, pero con alguien que no sea igual con todas
- auuuch eso dolió- respondí tocando mi pecho- de todos modos Camila necesito mi celular, ¿puedes buscarlo por mi ?
- dijiste que no lo querías... ¿por qué cambiaste de opinión?
- estoy aburrida y necesito hacer unas llamadas para tener donde vivir, no quiero ser adoptada por Josefa
- está bien, cualquier cosa, yo no fui
Hice una mímica de mis labios sellados.

Al rato volvió con mi celular y un cargador, tenía miles de notificaciones, literal. Al menos mi asistente tenía todo bajo control, pero mis redes sociales personales eran un asco. Marqué el numero de Alice y esperé.

- ¿hello? 
- Al soy yo, ¿cómo estás? 
-Valentina… bien ¿y tú?- dijo cambiando de idioma
- de maravilla, tengo que pasar un par de semanas más en Santiago, solo por ejercicios musculares, pero luego de eso vuelvo a España, ¿aún estás en Estados Unidos ?
- estoy en París, pero Vale... llevé todas tus cosas de vuelta a tu departamento, no puedes volver conmigo, te hago daño, puedo controlar mi adicción pero quedó claro que tú no, lo siento, no podemos seguir juntas
- ¿es una broma? Alice no seas idiota, podemos solucionarlo juntas
- no Vale, debes salir de esto y cumplir tus metas, en mi mundo no lo lograrás, todo está en orden allá, antes de irme organicé todo, cuando me necesites solo llama, pero lo nuestro no volverá a ser
- puedes irte a la mierda Alice Aldrich

Corté la llamada y lance lo más lejos que pude el celular, mis manos tiritaban y ya sabrán lo único que quería mi cuerpo. Al momento entró Jacinta a la habitación, mirando por todos lados para descubrir de donde vino ese ruido. 

- ¿todo bien? - preguntó asustada y seria 
- sal de aquí- dije lo más calmada que pude 
- deja esa actitud y dime si estás bien - dijo más que seria 
- no, no estoy bien, me voy de esta mierda, no entiendo en qué estaba pensando cuando me quedé

Me levanté de la cama y abrí el mueble del costado. Tomé un buzo y una polera que había dejado mamá para el día que me fuera. Me desvestí como pude mientras Jacinta hablaba algo que de pura rabia no pude escuchar. Cuando logré vestirme con una mano, busque con la mirada mis zapatillas, estaban en una silla de una esquina, camine hacia ellas y me las puse. Ahora como haría el nudo con una mano. Miré a Jacinta que algo hablaba.

- ¿puedes? - le dije enojada mirando en dirección a mis pies 
- ¿qué?
- amarrarlas, no puedo con una mano- tenía el ceño fruncido tanto que podía sentirlo
- ¿qué pasó? ¿alguien te dijo algo?
- no Jacinta, me voy, ya está decidido 
- no te hemos dado el alta, aún no estás en condiciones de salir, puede pasarte algo 
- perfecto me iré con los cordones sueltos

Tome el celular del suelo con algo de dificultad y luego mis documentos. No tenía nada más en ese lugar, eran como las 11 de la mañana.

- no puedes salir Valentina - lancé una risa burlesca
- ya he oído eso antes, esto no es una cárcel ni un centro de rehabilitación, puedo salir y entrar cuando quiera, si quieres puedes quedarte a ver como lo hago

Jacinta estaba seria y enojada, su molestia era evidente.

- haz lo que quieras, pero debes firmar un papel que desligue a la clínica de cualquier cosa que te pueda pasar de la puerta hacia afuera
- tráelo entonces

Salió de la habitación y caminé hacia el escritorio de la enfermera de turno, ahí buscaron el papel y cuando lo iba a firma apareció la señorita guinda de la torta

- ¿qué haces levantada?- preguntó confundida 
- se va- le dijo Jacinta mientras yo firmaba los papeles en el mesón 
- Valentina, deja eso, aún faltan exámenes para ver si puedes ir a casa- dijo acercándose con cuidado
- ya lo intente, tu enamorada es bastante testaruda y yo aquí sólo por ella

Mire con odio a ambas por como se referían a mi y enfurecí más por recién enterarme que Josefa la había traído.

8 comentarios:

  1. Hola blue, realmente excelente capítulo, puedo decir que odio un poquito menos a Alice XD... un abrazo

    ResponderBorrar
  2. No ya no hay más cuando el proximo
    Me encantan :)

    ResponderBorrar
  3. Hola blue sabes me encanta tu historia es genial y wuuaao q me encanta ...es hermosa ...eres muy buena escribiendo ....para cuando el próximo capítulo actualiza porfavor ...un abrazo :)

    ResponderBorrar
  4. Enamorada con tus historias amo tu imaginación que me transporta a imaginar cada personaje sentir amor es maravilloso. Muero de intriga por los próximos capítulos

    ResponderBorrar
    Respuestas
    1. gracias!!! este fin de semana espero subir un nuevo capítulo (:

      Borrar