miércoles, 19 de noviembre de 2014

Mi profesora mi enamorada/ Parte 3

En la universidad hay pocas mujeres, pero por Dios que son bonitas. Mis compañeros siempre dicen que hay pocas lindas y me hace pensar que soy yo a la que le gustan todas. Para mi todas las mujeres tienen algo que las hace especiales y únicas, sean como sean, encantan de alguna forma.
Entre conocer el lugar, salir, acordarme de mil nombres y caras nuevas pasaron las primeras semanas de clases, ya eran historia, los días corrían a la velocidad de la luz y yo no me quedaba atrás, al contrario de ahora, iba a todas las clases y no era la mejor pero si una alumna promedio. Todo iba excelente, pero claro algo tenía que pasar, como un mes después de entrar a la u, un día viernes en mi última clase del día
(innovación) ya estaba agotada... 
No recuerdo bien lo que paso exactamente en una parte de la historia, acabo de comprobar que el cerebro borra algunas partes traumáticas de la vida, pero luego de la parte traumática recuerdo cada detalle.
Comenzó la clase, Fernanda nos guiaba con su linda y poderosa voz; claramente comenzamos leyendo instrucciones, todo iba bien, estábamos haciendo una dinámica de decir lo primero que se nos viniera a la mente con algunas instrucciones que leíamos, luego ella nos dijo que debíamos hacer un experimento con cables que no recuerdo muy bien, ok, yo ahí tratando de dar lo mejor de mi; en un momento pidió hacer algo (que por más que trato de recordar juro no recuerdo) y no pude realizarlo, a lo cual ella justo me vio y exigió que intentara a lo cual obviamente lo intente y no pude, siguió insistiendo y la rabia salió por mis poros… me paré, la miré y me dispuse a salir. 
Lo bueno de estar en la u es que a nadie le das explicaciones si no quieres estar en clases total son tus notas, tu ramo, tu esfuerzo, tu ves si te lo echas o no, pero desafortunadamente o afortunadamente este no fue el caso.
Iba caminado a la salida y me detiene Fernanda, mientras todos los demás seguían en sus cosas:
- ¿Por qué te vas?
- Porque no quiero seguir en la clase.
- ¿Por qué?
- …
- Aquí no estás obligada a hacer nada
- ¿No se dio cuenta de toda la presión que ejercía sobre mi? Primero siento demasiada frustración al no poder hacer el ejercicio y más encima que se me exija que lo haga no es algo que me guste hacer los viernes por la tarde.  
Maldita sea, se me habían llenado los ojos de lágrimas y yo no suelo llorar delante de desconocidos, en realidad no suelo llorar en público, es algo que esta prohibido para mi.
- Osea que cuando trabajes y te digan necesito este trabajo para ayer ¿te paras y te vas? ¿Con quién estás viviendo acá?
- ¿Ahm? sola
- ¿Y tienes buena comunicación con alguien de tu familia?
Mi cara obviamente era de ‘que mierda está pasando acá’ en que momento cambió el tema, pero igual no sé por que le respondí todo lo que me pregunto.
- No, ¿por qué?
- Te recomiendo que vayas a un grupo de la universidad, a veces cuesta adaptarse en lugares nuevos y sin la familia.
- ¿Que grupo?
- Uno que van los alumnos de primer año, lo guía un psicólogo.
Por Dios en que universidad estaba, en la universidad de los profesores de acción comunitaria?! Me estaba mandando al psicólogo y por inadaptada más encima. Por supuesto ella tampoco sabía nada de mi vida, yo comencé a vivir fuera de casa desde que tenía 13 años, adaptarme en un lugar distinto sin mi familia no era mayor problema a estas alturas.
- Hm ok, que directa… ¿ahora puedo irme?
- Mejor quédate, ¿vives cerca?
- ¿ok? si, en los departamentos de unas cuadras más arriba - estaba realmente anonadada
- Quédate de verdad
- No quiero quedarme, ahora necesito irme
Ya no pude aguantar las lágrimas, ¿cómo tan sensible?, cuando asomaba una la secaba con mi mano, no fue así cómo llorar desconsoladamente, eran lágrimas sueltas que salían solas.
- No quiero que te vayas
Qué onda, pensaba, esta mina cree que me voy a suicidar o que, me caía mejor pesadita.
- …. - ¿que se dice en estas situaciones?
En ese momento exacto me di cuenta de que sus ojos eran de un color hermoso, era la primera vez que la miraba de cerca y a los ojos.
- Bueno ándate, pero prométeme que iras a donde te dije
- Ok
- Ya, confío en ti, preguntare si fuiste.
Que manera de confiar en mi es preguntar si fui…
- ¿Puedo irme?
- Si anda.
Que horrible primer dialogo, estaba muerta de vergüenza por esas lágrimas y aún no digería que me hubiese mandado a un grupo de autoayuda...
-yo: 'Hola, me llamo Emilia y bueno estoy acá porque no se adaptarme'
-todos al unisono: 'Hola Emilia'
Nunca he ido a un psicólogo y menos a un grupo así, en mi cabeza se cruzaban mil pensamientos:
1- no podía creer que me hubiese dicho eso 
2- no podía creer que había un grupo así en la universidad
3- que fue eso de 'no quiero que te vayas'
4- bonitos ojos
5- ¿habrán escuchado mis compañeros?
6- mierda, mierda, mierda, mierda...
...sentía que no era una inadaptada ya tenía bastantes conocidos y me gustaba el ambiente. 


Nunca hubiese pensado en que este sería el comienzo de la mejor época de mi vida.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario